27 de septiembre de 2007

¿Un equipo?, ¿canchero?, ¿solidario?

¿Es el Real Zaragoza actual, en estos momentos, un equipo etimológicamente hablando? ¿Responde al calificativo de canchero (argentinismo admitido en la jerga del fútbol latino y que es del gusto del técnico Víctor Fernández)? ¿Se ajusta con sus reacciones al perfil de un grupo solidario sobre el césped?
Son tres preguntas claras, directas y que cualquier aficionado zaragocista puede emitir con total legitimidad una vez vistos y analizados los seis primeros partidos oficiales de esta campaña.
En abstracto, en genérico, sin acudir a ningún ejemplo empírico que encuadre la cuestión, la respuesta obtenida dependerá del sujeto interpelado y, como todas las cuestiones medianamente polémicas, ofrecerá matices muy distintos según sea el grado de proximidad al vestuario y la sede zaragocistas que tenga el contestador. No será lo mismo oir o leer la respuesta del entrenador, que la del capitán, que la del socio número 5000, que la del presidente de la peña de un pueblo de las Cinco Villas, que la del charcutero forofo al que le compramos el jamón de york cada tres días.
Por eso, puede ser un buen ejercicio práctico narrar, de forma retrospectiva, la jugada en la que Matuzalem, la estrella del Zaragoza (¿o es Aimar?. ¿o es D'Alessandro?, ¿o es Diego Milito?, ¿o es Ayala?, ¿o es Oliveira?, ¿o...?) cayó lesionado anoche en Barcelona en esa lamentable y brutal entrada a destiempo del africano Yaya Touré.
El medio centro azulgrana entra por detrás a Matu, le alcanza la pierna de apoyo, le dobla el tobillo de mala manera y, lo peor, en el arrastre de la acción con su tijereta a ras de suelo, provoca un giro forzado de toda la pierna izquierda del brasileño del Zaragoza que, tras dar un grito de dolor y retorcerse instintivamente, queda tendido encima de su rival agresor (mal que le pese) sin poder hacer otra cosa que aguantar como puede el latigazo que le produce su rodilla recién lastimada. La reacción de Touré (un jugador físicamente bestial) deriva por el lado más antideportivo posible. No contento con haber protagonizado una acción que está fuera del reglamento y que mereció su expulsión, completa su sucia conducta quitándose de encima a su lastimado rival con un golpe de cadera, entremezclado con una especie de coz doble con ambas piernas, que hace salir a Matuzalem despedido hacia atrás hasta topar con el duro suelo sin que pueda hacer nada, entre otras cosas porque el dolor que sentía en su rodilla lesionada era superior a cualquier otro daño moral o de orgullo humano. (Por cierto, el árbitro Velasco Carballo le acaba sacando a Touré la tarjeta amarilla por este desprecio, ya que por la acción violenta no tenía la intención de amonestarle siquiera).
Y, a partir de ahí, surge la imagen que induce a reflexión, interpretación o deducción. ¿Cómo reacciona el resto de los compañeros de Matuzalem en el campo? Respuesta: mirando, como miran las vacas al tren. Con ojos calmosos, idos, sin sangre en los capilares. Únicamente Ricardo Oliveira, brasileño como él e íntimo amigo desde que ambos coincidieron en Boltaña a finales de julio tras fichar por el Zaragoza, acudió a la carrera para encararse con el agresor Touré y recriminarle cara a cara su fea y sucia doble acción. A los demás zaragocistas pareció darles igual lo que le ocurrió a su colega de fatigas. Nadie levantó los brazos siquiera (el vídeo es, en este caso, prueba palpable de que esto no es una fábula. Mírenlo si tienen la oportunidad, por favor). Nadie fue al árbitro a censurar su escaso tino a la hora de sancionar disciplinariamente a la mole Yaya. No hubo quejas, no se produjo la lógica reacción grupal de autodefensa de unos intereses comunes atacados violentamente sobre uno de los componentes de tu colectivo o empresa.
¿Se imaginan cómo habría reaccionado un equipo como el Valencia -por poner un ejemplo cercano- ante una circunstancia así?
No deseo hacer ni un solo exceso de literatura mayor que el de la mera narración de esta fotografía puntual de un lance concreto del partido.
El resto, añadánlo ustedes. Su opinión es tan válida como la del entrenador, el capitán, el socio 5000, el presidente de la peña o el charcutero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

VICTOR FERNANDEZ ES UN VENDEDOR DE HUMO.
EL REAL ZARAGOZA TACTICAMEMTE Y FISICAMENTE ES UN ABSOLUTO FIASCO.
NO PUEDE JUGAR EN ROMBO, SINO CON DOBLE PIVOTE Y NO TENEMOS JUGADORES DE BANDA.
DE LOS 9 CENTROCAMPISTAS DEL EQUIPO 6 SON MEDIOS CENTROS, EL RESTO D´ALESANDRO ( UN BLOOF), OSCAR(UN PAQUETE) Y AIMAR (FUERA DE FORMA).
A LA PROPIEDAD DEL CLUB NO SE LE PUEDE DECIR NADA, PORQUE HA INVERTIDO; PERO SI AL CUERPO TECNICO Y EN ESPECIAL A VICTOR FERNANDEZ HA CONFECCIONADO 23 JUGADORES, NO UNA PLANTILLA, TENEMOS 9 CENTROCAMPISTAS, SIN JUGADORES DE BANDA Y 3 DELANTEROS PARA JUGAR 3 COMPETICIONES, ES UNA PLANTILLA DESEQUILIBRADA.
SI ESCUCHAS LA RUEDA DE PRENSA DE AYER DE V. FERNANDEZ, MAS CINICO NO SE PUEDE SER. EFECTIVAMENTE SE PUEDE PERDER EN BARCELONA, MEJOR DICHO HABITUALMENTE SE PIERDE EN BARCELONA; PERO NO CON LA IMAGEN TAN LAMENTABLE QUE AYER DIO EL R. ZARAGOZA PARA MI EL MAXIMO CULPABLE ES VICTOR FERNANDEZ, SU ROMBO, LA PESIMA COLOCACION DEL EQUIPO EN EL CAMPO Y LA FALTA DE CRITERIO EN LA DIRECCION DEL EQUIPO Y LOS CAMBIOS.
HA FICHADO A LUCCIN PARA JUGAR EN ROMBO Y ESTA FRACASANDO, POR CIERTO EN QUE MEJORA LUCCIN A MOVILLA, EN QUE ES MAS ALTO; PERO COMO FUTBOLISTA ES MUCHO MAS LENTO Y CON MENOS CAPACIDAD DE PRESION, OCUPA MUCHO MENOS CAMPO QUE MOVILLA, TIENE MENOS RECORRIDO.

FIRMADO: JAVIER VILLACAMPA (jvillacampa59@telefonica.net)

Anónimo dijo...

Este comentario de Javier Villacampa es la realidad de lo que acontece en el Zaragoza.Cuando se habla en la prensa del "equipo de Victor Fernandez" y luego se escuchan sus declaraciones después del partido da la sensación de que no va con él, que es un mero comentarista.
Victor es un entrenador que ha sido cesado en clubes con magníficos equipos y muy buenos jugadores y que bajo su disciplina han sido equipos blandos, descuidados en defensa, desorganizados por dibujos inadecuados y sobre todo faltos de mentalización.Por otra parte es un hombre caprichoso con las alineaciones, frívolo con sus actitudes y falto de los enormes fundamentos que da el haber sido jugador y receptos de las enseñanzas de tus maestros entrenadores durante muchos años ( lo del Sariñena es una pura anécdota).Lo siento porque es un hombre de mi tierra al igual que Victor Muñoz y como éste acumulador de fracaso tras fracaso en todos su proyectos deportivos. Al futuro me remito.