31 de octubre de 2007

Pavón, no; Sergio Fernández, sí

Acaba de conocerse la decisión del Comité Español de Disciplina Deportiva y la decepción es enorme en la expedición zaragocista en Almería. Los jueces del tercer comité no han atendido la petición del Real Zaragoza de retirar la tarjeta roja que vio Pavón el domingo pasado frente al Villarreal y tampoco han considerado oportuno conceder la suspensión cautelar de la sanción. De este modo, el central madrileño se quedará esta noche castigado en la grada y no podrá formar pareja en el eje de la zaga con el filial Goni.
Por el contrario, la noticia positiva es que Sergio Fernández, que ha realizado una última prueba esta mañana en el campo anexo al de los Juegos del Mediterráneo, ha dado el sí a Víctor Fernández para que lo alinee esta noche y, por lo tanto, será titular en la zona central de la zaga junto al debutante Goni, lo que supone un enorme alivio para el entrenador. Sergio fue baja el domingo ante el Villarreal por una pequeña contractura en los isquiotibiales de la pierna derecha, producida en el último entrenamiento previo al choque contra los castellonenses y viajó ayer a Almería con escasísimas opciones de jugar hoy. De hecho, existe la certeza de que el asturiano va a hacerlo forzado al límite por las adversas circunstancias que concurren en la defensa zaragocista.
Al final, la resolución de las cosas ha salido justo al revés de lo que se preveía entre los responsables blanquillos en las últimas horas. Los comités, a pesar del voto particular de un vocal de Competición en el que se instaba a retirar la sanción a Pavón, no han hecho caso a las peticiones del Zaragoza y, sin embargo, el lesionado Sergio, del que todo el mundo se temía que iba a ser imposible recuperarlo a tiempo, va a poder salir en el once inicial dentro de menos de dos horas.
La última novedad significativa en la expedición zaragocista en Almería es la llegada de su presidente, Eduardo Bandrés, en estos mismos momentos procedente de Madrid, en donde ha asistido esta mañana a una reunión de la Federación Española de Fútbol. El presidente se une así al equipo que ayer llegó a Almería encabezado tan solo por el consejero Pepe Melero y el secretario técnico Pedro Herrera.
Ahora mismo, la plantilla está finalizando la merienda en un salón del Hotel Elba, donde se están abordando los últimos detalles tácticos una vez se ha conocido la resolución del CEDD que afecta directamente a la no alineación de Pavón, y en unos minutos van a trasladarse en el autocar oficial del club camino del estadio almeriense. El Zaragoza vestirá hoy de avispa por primera vez en la temporada en partido oficial.

Horas previas con calma tensa en el Zaragoza

No es precisamente alegría lo que se respira en el ambiente zaragocista en el Hotel Elba de Almería. Tampoco tristeza, por supuesto. La victoria del domingo ante el Villarreal ha sido providencial para amortiguar muchas cosas sobre las que no hace falta reincidir. Es un estado de calma tensa. Calma, sí, pero tensa. No ha venido Agapito, ni tampoco Bandrés (parece ser que tiene una reunión en Madrid y que, si puede, llegará a la hora del partido, pero nadie lo asegura). El único consejero que ha acompañado al equipo es Pepe Melero. Tampoco ha venido esta vez Pardeza. Solo está Herrera.
Los jugadores y técnicos han bajado de sus habitaciones a desayunar alrededor de las 9.oo. Algunos, un poco más tarde. El desayuno, compartido en la cafetería central del moderno hotel almeriense con los enviados especiales de la prensa aragonesa y otros clientes, ha sido fugaz, rapidísimo por parte de los profesionales blanquillos. Enseguida, en pequeños grupos o parejas, la mayoría han dado un pequeño paseo por los alrededores. Nada sugerente es esta zona alta de la ciudad, lejos del sabor del puerto o el casco viejo que se encuentra relativamente lejos, así que en 45 minutos, a lo sumo, todos estaban de vuelta a sus habitaciones.
En los sillones del recibidor tan solo han permanecido, leyendo la prensa y charlando, el segundo entrenador Narciso Juliá, el fisioterapeuta Míchel Román, el chófer Paco Peiró, el utillero Fernando Iranzo y, un poco más tarde, se ha incorporado el delegado Juan Morgado. El resto del grupo, todos a sus habitáculos en la planta 2ª. A Víctor Fernández apenas se le ha visto. Está mucho más huidizo que nunca. Quiere soledad, concentración. Herrera se ha ido solo a pasear.
Ahora, alrededor de las 11.30, Sergio Fernández va a acudir al estadio (Iranzo y Peiró irán con el autobús a llevar al vestuario los baúles con el equipaje del equipo y todos los enseres propios para un partido) y realizará una última prueba física para saber si puede jugar esta noche o queda descartado por sus problemas en los isquiotibiales de la pierna derecha. No hay demasiado optimisimo, pero hay que esperar a ver lo que dice el central asturiano. A la vez, Víctor estará muy pendiente de que el Comité de Apelación, que se reune a las 12.oo, le pueda quitar (como parece) la sanción a Pavón y, de este modo, el central madrileño pueda ser titular esta noche ante el Almería junto a Goni. Es un mediodía lleno de incertidumbres y nervios.
Ahora, uno mira la planta baja del hotel, y solo ve al chaval Valero hablando en un sofá con un amigo. Acaban de pasar Goni, Grande y Gotor, los otros tres chicos del filial que están viviendo estas horas en una nube. Es su momento más feliz como jugadores de fútbol. Están con el primer equipo e incluso alguno sabe que va a debutar con seguridad en Primera División. Son los únicos que aportan risas y sonrisas a la expedición. Los demás, serios, distantes, pensativos... quizás concentrados en un partido que saben que puede seguir abriendo las puertas a la normalidad perdida de manera brutal la semana pasada si consiguen ganarlo pero que, si vuelven a tropezar, es posible que sea un nuevo estigma en el dificultoso caminar del equipo por la competición desde que arrancó el curso en agosto.
Por el momento, esta es la fotografía que os puedo hacer de esta mañana almeriense en el hotel zaragocista. Con las montañas peladas al fondo que indican que estamos al lado del desierto de Tabernas, sede preferida del 'spaguetti-western'. Con un viento de Levante realmente fuerte y molesto, aunque cálido, que agita los árboles casi con tanta fuerza como nuestro cierzo.
Me voy a ver el estadio.

30 de octubre de 2007

Epidemia de bajas y cuatro chicos del filial en el viaje a Almería

Atípico resulta el viaje que va a llevar al Real Zaragoza esta tarde a las 18.00 hasta Almería. Lo raro es la lista de convocados de Víctor Fernández, en la que hay hasta cuatro futbolistas del filial de Tercera División como consecuencia del aluvión de bajas que acontece en el vestuario zaragocista.
A los lesionados de larga trayectoria Matuzalem y Generelo, se añaden de golpe hasta 6 compañeros más que, por distintos motivos, han quedado descartados para este partido liguero de la 10ª jornada que se juega mañana a las 20.00 en el moderno estadio almeriense de los Juegos Mediterraneos: Cuartero, lesionado gravemente en la rodilla izquierda el pasado domingo; Aimar, con una tendinosis en el glúteo mayor derecho (sí, le duele el culo); Juanfran, que tiene una contractura en el abductor derecho, otra contractura en los isquiotibiales de la pierna izquierda y un esguince en el tobillo derecho (está hecho un cromo, vaya); Celades, que no se ha recuperado de su contractura en el gemelo izquierdo; y los sancionados Ayala (por 5 tarjetas amarillas) y Pavón (expulsado con roja directa ante el Villarreal).
No todo queda aquí. En la lista de viajeros (es de 19 hombres) están incluidos futbolistas cuyo concurso, en cualquier otra circunstancia, estaría descartado. Pero la situación límite obliga a desplazarlos y forzar al máximo. Es el caso de Sergio Fernández, que sigue con dolor en la zona de los isquiotibiales de la pierna derecha (no jugó ante el Villarreal) y será sometido mañana a una última prueba, aunque no hay mucho optimismo de que pueda jugar. También viaja tocado el ariete Oliveira, que esta mañana ha sufrido un golpe en el gemelo diestro (un 'bocadillo') tras una entrada de Goni al final del entrenamiento, aunque Víctor ha dicho que es casi seguro que podrá alinearlo. Y, asimismo, Chus Herrero no tiene asegurado su concurso ya que sale de una lesión de más de dos semanas por una rotura de fibras y solo ha realizado el entrenamiento de hoy tras 12 jornadas fuera del grupo.
Es decir, que el equipo está roto por muchos flancos, especialmente en la defensa donde, hay que recordar, Paredes va a jugar su primer partido como titular tras haber estado 4 meses K.O. por una seria lesión de abductores en su anterior equipo, el Getafe.
Ante tanta adversidad, Fernández se ha llevado a Almería a los centrales del filial Goni y Gotor (también sale de una lesión de dos meses), al lateral del B Valero, y al centrocampista Grande.
El once inicial de mañana en Almería será el mismo que derrotó 4-1 al Villarreal el pasado domingo, pero con una defensa forzadamente nueva e inédita.
César estará en la puerta; Luccin y Zapater en medio campo. Óscar y Sergio García en las bandas; y Oliveira y Diego Milito en punta.
¿Y la zaga? Los laterales están adjudicados a Diogo y Paredes. Y para el doblete de centrales, hay que darle galones de titular en su debut en Primera al chaval Goni. Junto a él queda abierta la incógnita. El club ha recurrido la roja de Pavón en busca de que los Comités sancionadores retiren el castigo y hasta mañana no se sabrá la resolución. A Sergio Fernández se le intentará forzar mañana a ver cómo responde en una última prueba física. Chus llega bajo mínimos. Por lo tanto, como Víctor ha advertido que no va a inventarse puestos para centrocampistas o laterales, el central que juegue junto a Goni podría ser su colega del filial Gotor.
Este es el panorama defensivo ante el partido de mañana. Toda una incógnita, una aventura de la que, pensando en positivo, quizá puedan salir nuevos futbolistas útiles para el primer equipo si los chicos del B aprovechan su oportunidad y rinden a gusto del técnico.
Dentro de pocos minutos, nos vamos al Aeropuerto. Os contaré el viaje.

29 de octubre de 2007

Decrece la riada

Real Zaragoza 4-Villarreal 1. Una mancha de mora, con otra mora se quita... Sí, pero con muchos matices en el caso de nuestro equipo. Es la mejor de las noticias para el equipo y el proyecto que ayer se saliera airosos del complicadísimo trance que había que salvar frente al segundo clasificado de la Liga, un Villarreal lanzado y lleno de calidad y potencial deportivo. De este modo, el equipo vive, los protagonistas de tanto desafuero durante las últimas fechas (semanas incluso, en algunos casos) tienen capacidad de maniobra para rectificar posiciones y actitudes. Se ha logrado una burbuja de oxigeno en medio de un ambiente que estaba al borde de ser irrespirable. Pero nada más. Este rotundo y agradable triunfo por goleada no borra nada de lo anterior. Lo atenúa. Lo alivia. Lo calma. Pero no lo borra. Porque nada lo borrará. Simplemente, porque la historia no se puede borrar. Es, existe, se produce, se observa, se cuenta y ahí queda.
Y si, en las derrotas y los fracasos, hay que estar sereno y ser sensato para poder salir adelante (Víctor Fernández, por ejemplo, ha tomado algunas -no todas- decisiones desde el pasado jueves que han ido por ese camino cabal, como la de revolucionar el once inicial sin más empecinamientos absurdos contra natura), mucho más hay que estarlo cuando surge una victoria tan necesaria como es esta de ayer. Ojo, mucho ojo ahora. Los conflictos, las trifuncas, los reproches graves entre jugadores y hacia el entrenador, ningún historiador mágico va a lograr evaporarlas o destruirlas. Y están frescas. Ahora es momento de proseguir con el proceso de reconducción de las cosas. Paso a paso. Sin sacar pecho, sin creerse nada. Lo mismo que cuando se produce una derrota se excusan diciendo que solo es eso, una derrota, ahora hay que aplicar la misma teoría para convencerse de que esto solo es una victoria puntual, necesaria como el comer, pero una victoria.
Lo que ha ocurrido en el Zaragoza en estos dos primeros meses de competición ha sido una gran riada, una enorme avenida que ha hecho salirse el agua de su cauce natural. Los afluentes, a derecha e izquierda del vestuario y el club, han venido vertiendo demasiado caudal para el que podía asumir el río (el equipo, jugadores y técnico) y todo ha acabado desbordado. En muchos casos, el agua afluente traía fango, muchos depósitos que ensuciaban el curso madre.
Y, desde ayer a las 7 de la tarde, la punta de la avenida ya ha descendido en su cota de cabecera. Se ha producido una bajada del aluvión peligroso que acechaba a los habitantes del zaragocismo. Pero solo eso. La riada ya no crece. Desde ayer, parece haber comenzado a decrecer. Hay que esperar a ver si esa tendencia prosigue en las próximas semanas hasta dejar el cauce en su capacidad correcta o si, por el contrario, se producen más precipitaciones y más aportaciones afluentes que reavivan las dificultades. De momento, este es un lunes alegre que favorece el optimismo.
Pero hay que tener en cuenta que las riadas anegan sin control las dos riberas y causan daños que se deben reparar con el paso de cierto tiempo. Cuando el nivel de las aguas baje del todo (ganar el Almería y al Valladolid podría ser un claro síntoma de ello), el barro tardará unos días en secarse hasta que pueda ser retirado. No va en un día. Lo de ayer no arregla nada definitivamente. Habrá que ver si algún sótano u otro bien preciado se ha visto afectado por lo ocurrido y si hay que tirar alguna tapia que ha quedado dañada por la fuerza de las aguas.
Víctor decidió dragar un par de islas que favorecía el desborde del río y las quitó de enmedio. Hay que ver qué pasa ahora con esa grava, qué hacemos con ella. Si se lleva a algún sitio alejado o se vuelve a utilizar en el cauce.
En fin, que lo que se estropea en muchas semanas, bajo ningún concepto se soluciona en un par de horas. Demos tiempo y esperemos con calma el devenir de los acontecimientos. Eso sí, congratulándonos de que, de las dos opciones que ayer cabían en el referéndum de La Romareda, ganase el sí gracias al triunfo -y al modo de producirse- ante el Villarreal.
Miremos al cielo, pidamos porque no llueva más, que las tormentas otoñales remitan y que no venga más agua embarrada por todos los flancos que depositan sus aguas en los alrededores del equipo zaragocista. De momento, la riada va de bajada. El miércoles, en Almería, establecemos otra cota comparativa para saber la tendencia de cara al próximo fin de semana.

28 de octubre de 2007

Confimada la revolución de Víctor ante un Villarreal con Cani y sin Rossi

Acaban de hacerse oficiales las alineaciones en La Romareda. El Real Zaragoza va a jugar con César en la portería; Diogo y Cuartero en los laterales; Ayala y Pavón como centrales; Luccin y Zapater como medios centro; Óscar y Sergio García volcados en las bandas del centro del campo; y Oliveira y Diego Milito en punta. Es decir, que Víctor Fernández confirma en toda su extensión los cambios que ha venido apuntando y ensayando desde hace tres días. Mirar al banquillo es harto llamativo. Allí se sientan Aimar, D'Alessandro, Juanfran y Gabi, cuatro futbolistas con galones de titulares que, de momento, son los paganos de los platos rotos en este penoso inicio de temporada culminado con dos semanas llenas de follones internos que han llevado al equipo a una situación límite esta tarde ante el Villarreal.
Los castellonenses llegan segundos en la tabla y con aspiraciones de salir líderes de La Romareda. Todo un riesgo para el Zaragoza. Pellegrini ha resuelto su duda en la delantera y juega el aragonés Cani junto al danés Tomasson, dejando soprendentemente en el banquillo al máximo goleador del equipo, el italoestadounidense Giuseppe Rossi. Viera es el portero; Javi Venta, Fuentes, Cygan y Capdevila los defensas; Senna y Bruno los timones; Cazorla y Pirés los extremos; Cani será el media punta, con Tomasson por delante.
Junto a Víctor, en el banquillo, además de los citados anteriormente, estarán el filial Goni, el portero López Vallejo y el lateral Paredes. Los suplentes del Villarreal son el arquero Diego López, los defensas Godín y Ángel, los medios Mavuba y Matías Fernández, y los puntas Nihat y Rossi. De los 19 convocados por Pellegrini, el que no se viste es el capitán Josico.
Alea jacta es. El referéndum de La Romareda está a punto de iniciarse. Al Zaragoza solo le vale una victoria (sería de enorme mérito y calidad) frente a los castellonenses. Lo contrario merecerá un serio y minucioso análisis. Os lo contaremos.

26 de octubre de 2007

Cola de carpintero para una crisis muy seria

Las comparecencias de ayer de D'Alessandro, Aimar y Víctor Fernández en la Ciudad Deportiva tras el entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva, surgidas súbitamente minutos antes en el vestuario de dichas instalaciones, iniciaron un proceso de pegado de la algarada interna que ha vivido el Zaragoza en las últimas semanas que culminó por la tarde el presidente Bandrés, después de conocerse la comida de hermandad llevada a cabo por los jugadores (solo ellos, sin técnicos ni directivos) en un restaurante del Casco Viejo de la ciudad.
A 72 horas del siguiente partido de Liga (el domingo ante el Villarreal en casa), alguien -el entrenador- pensó que era necesario escenificar unos 'Pactos de la Moncloa' o unos acuerdos de paz tipo Breda o Aquisgrán. La gente tenía (-mos) que ver de manera explícita que se ha hecho borrón y, desde este domingo, hay cuenta nueva.
Puestas de manifiesto públicamente las enormes grietas y diferencias existentes en determinados sectores del equipo en los últimos días, había que poner a la vista un equipo encolado, de nuevo recompuesto con una buena mano de cola de carpintero que debe secar rápidamente y dejar bien disimuladas las cicatrices, las fracturas ya conocidas.
En cierto modo, se consiguió el efecto visual. Hubo variedad de voces (se echó a faltar la del inesperada y sorprendentemente sancionado Juanfran) y se abordaron las polémicas con mayor sinceridad que nunca hasta ahora. Hasta se reconocieron errores y pifias personales y colectivas que hasta ahora se negaban y se atacaban con soberbia por parte de sus protagonistas cuando algunos medios (muy pocos) ejercían su deber de la crítica señalando a esos lastres evidentes.
Hasta ahí, todo correcto y positivo.
El problema de este tratamiento intensivo a base de cola de carpintero es que, en una actuación coral como la que hubo en apenas 5 horas, sin el debido ensayo anterior, sonaron desajustes y se advirtieron otras grietas más internas y más graves que traslucen detrás de lo puramente visible.
Al margen del escaso arrepentimiento de D'Alessandro (un sí, pero no), del paso atrás de Aimar justo cuando le puede estar aguardando una bronca de órdago en La Romareda (deja con el culo al aire a su empecinado entrenador cuando reconoce que no está en condiciones físicas y que quizá se ha confundido queriendo jugar cada partido desde agosto) y de las palabras de bien quedar de Bandrés (correctísimas y ajustadas al momento), lo más serio lo dejó entre líneas (pero bien claro) el técnico Víctor Fernández.
Os dejo a continuación las frases textuales (totalmente textuales) de Víctor para que las analicéis y podáis sacar vuestras propias conclusiones. Hoy forman parte de la información de HERALDO en su edición papel. Muestran a un entrenador tocado, que asume su delicada situación personal en el entramado del club a consecuencia del desgaste generado por los malos resultados, el K.O. en la UEFA y los desmanes del vestuario. Y advierten que, en las reuniones de los últimos 4 días, han pasado cosas que han estado al borde de provocar, bien su destitución, bien su dimisión. Se ha llegado a estar en el abismo, en un extremo límite.
Él no quiere dar detalles concretos, y advierte que lo hará más adelante. Pero os puedo dar fe de que se ha producido un serio resquebrajamiento de la ideal comunión que reinó en las tripas del club en los primeros meses de este ilusionante proyecto. Es la ley de la vida. Es la ley del fútbol. El roce genera desgaste y fricción. Es inevitable. De momento, cola de carpintero. A partir de ahora, mandan los resultados y las actitudes personales.
Estas cosas dijo ayer Víctor:

1- "Mi actuación tenía que ir acompañada por otra del club. Agradezco que haya sido así porque si no, mi presencia aquí no tendría ningún sentido, por muchas razones que ya contaré cuando tenga que contarlas”

2-“Por supuesto que me siento respaldado por el club. Pero el club no puede mirar solo en una dirección. Hay que mirar hacia más lados. Tengo muy claro qué hubiera ocurrido si no se dan las pautas que se han dado”

3-“En vez de éxito, hubiéramos canalizado esto hacia la división, el ‘sálvese quién pueda’ y el ‘solo vamos a mirar hacia un lado (el entrenador)”

4-“Personalmente, yo esta batalla la voy a ganar. Será a sí desde el momento en que voy a poner todo lo que sé. Y cuando uno pone todo lo que sabe y lo intenta todo, ese triunfo ya lo tiene conseguido. Si luego me toca ganar o perder contra el Villarreal, el Almería o el Valladolid, el tiempo lo dirá. Pero yo voy a dar todo lo que sé y lo que pueda”

5-“No tengo que hacer yo aquí ninguna exposición pública de mis sentimientos y de mis cosas”

6-“El club no puede mirar solamente hacia una dirección. Hay que mirar hacia más lados. Lo de siempre es mirar hacia un lado. Ese es el error. Hay que mirar hacia más lados para ser un club mucho más grande. Hacia fuera y hacia dentro. Yo tengo claro qué hubiera ocurrido en caso de que no se hubieran dado las pautas que ha decidido tomar el club y que yo agradezco. Creo que algo hemos avanzado. No es cosa de perder un partido, son otro tipo de cuestiones internas.

7-“A lo mejor es una oportunidad que estamos teniendo de dar un paso adelante. El tiempo dirá. Yo no soy profeta, sobre todo porque al final todos dependemos de una cosa fundamental que es ganar partidos”.

En definitiva, que Víctor no quiere quedarse solo en tales circunstancias y pide a los jefes máximos que miren hacia otros lados. Quiere más responsables, más apoyos, más compañeros de viaje si la cosa sale mal (lo mismo que si sale bien, se supone). Víctor habla implícitamente de fechas, de plazos, de motivos de análisis para verificar cómo va a discurrir el futuro inmediato. Lo dijo él, en una rueda de prensa pedida por él, sin que nadie le preguntase nada en un largo monólogo durante la mayor parte de su comparecencia.
Analicemos y saquemos la sustancia, cada uno como prefiera.

25 de octubre de 2007

Otro giro de tuerca más hacia el mensaje único

Lío de D'Alessandro con Aimar. Lío de D'Alessandro con Victor Fernández. Declaraciones en cascada durante la semana pasada de Ayala, Diogo, César, Zapater, Sergio Fernández, Sergio García, otra vez César (ya en el Calderón) y Juanfran (en este caso, como cuando se juega a "tula", el último siempre es el que la paga). Lo importante para el Real Zaragoza, sus dirigentes y su entrenador, no es que se hayan producido todos estos acontecimientos, sino el hecho de que hayan sido (o podido ser) publicados. Lo principal no es evitar que se produzcan de una manera razonable, no es hallar la manera de que el día a día del grupo discurra lubricado. No. Lo que ahora prima es impedir que todo esto que ocurre (y se prevé que siga ocurriendo) se haga público.
Por eso, por un lado se acota con un montón de vallas el terreno de actuación de la prensa y el público en la Ciudad Deportiva (se acabó el contacto directo con la morralla de periodistas y con los pesados forofos que se sientan cada día en el morro de los coches de lujo) y, por otro, se dictan una nuevas normas (soñadas por Fernández desde hace meses) mediante las cuales el club decide qué jugador sube cada día a sala de prensa (hasta ahora los pedían los periodistas) y se prohíben las entrevistas libres. Todo ha de pasan por el manto y la bendición del club. Hablar con la prensa es peligro de muerte para todos los futbolistas. Ojo, que se juegan una millonada en multas si no cumplen.
Hacia el exterior todo tiene que ser, a partir de ahora, positivo. El régimen agapitista del "Kremlin" Zaragoza así lo ordena a través de su canciller Víctor Fernández. Todo bueno, bonito (lo de barato, aquí no cabe). No hay resquicio para los problemas, las dificultades, lo negativo y lo mal hecho. Faltaría más. En la página web, el nuevo bando de mensaje único se inaugura obviando al mundo el suceso entre Víctor y D'Alessandro y su posterior resolución. Eso, aunque haya ocurrido y sea asunto de primer orden, no existe. No debe ser conocido por el mundo. El régimen no lo puede contemplar. La realidad la marcan ellos. Qué es verdad o qué es mentira lo decide el Real Zaragoza, no la vida misma. Y mucho menos, los periodistas.
Y, por supuesto, la advertencia a los jugadores sobre sus comparecencias públicas es una orden del más estricto caracter militar. Ordeno y mando. No hay réplica ni posibilidad de discutirla. Se acata y se cumple, sin más. Y quien no lo haga, lo pagará carísimo.

Hipótesis de trabajo. (Quede claro, solo una hipótesis)

Algo así se ha venido a sugerir a la plantilla. Este podría ser, figuradamente, el listado de frases que pueden decir los futbolistas del Real Zaragoza en rueda de prensa según los deseos que proliferan en el club para mantener el orden en el vestuario y lograr, de una puñetera vez, el ansiado mensaje único.

-"Lo importante es ir partido a partido".
-"No hay rival pequeño" (variante admitida: "en el fútbol moderno hay mucha igualdad")
-"Legamos en un buen momento a este partido y esperamos que todo salga bien"
-"Lo importante es que el público nos anime y esté con nosotros en cada momento"
-"Hay que tener paciencia, los partidos duran 90 minutos"
-"Hay que tener paciencia, quedan aún muchos partidos por jugar"
-"Hay que tener paciencia... (y se remata con la frase que haga falta)
-"No quiero hablar de la actuación arbitral, pero creo que nos ha perjudicado"
-"Hemos hecho un buen partido en líneas generales, pero el rival también cuenta"
-"El fútbol español es muy duro y hay mucha competitividad"
-"Hemos presionado bien, se ha luchado, pero el rival no nos ha permitido jugar bonito"
-"El terreno de juego estaba irregular, así es difícil mover bien el balón"
-"El primer gol nos ha pillado muy en frío y nos ha costado retomar el tono en el partido"
-"Al final lo que cuenta es que hemos ganado. El buen juego ya llegará"
-"Lo importante son los tres puntos"
-"Tenemos un equipo que está preparado para pelear por Europa"
-"Hasta las últimas 5 jornadas no se decidirá nada, no hay que meter presión"
-"Hemos estado acertados" (variante si derrota: "No hemos tenido acierto en momentos puntuales y lo hemos pagado demasiado caro").
-"Lo importante es sumar" (siempre en caso de empate)
-"Soñar es gratis. Vamos a ser optimistas. Podemos ser perfectamente... (lo que sea: campeones, equipo de Champions, equipo UEFA...)
-"Todos unidos somos capaces de cualquier cosa"
-"Simplemente hay que decir que el rival ha sido mejor. Esto es fútbol" (si derrota)
-"Nos ha salido un partido muy completo. Vamos mejorando cada día que pasa. (si triunfo)
-"Ha sido una lástima"
-"Ha sido un día afortunado, pero ya nos lo merecíamos"
-SIRVEN LOS DEVANEOS, LAS FRASES HECHAS SIEMPRE QUE NO ALUDAN A CITAS LITERARIAS, POLÍTICAS O CONTENGAN REFERENCIAS RELIGIOSAS. (No hay que dar lugar jamás a que un periodista pueda encontrar un doble sentido a lo que se dice en el vestuario).

Consiste en memorizarlas (cosa fácil para todos los profesionales, que las tienen prácticamente asumidas en su cerebro desde que empiezan a jugar al pelotón) y no salirse de ellas jamás.
De este modo, los periodistas tendrán prácticamente imposible encontrar un titular comprometedor, un titular con sustancia, un titular que pueda dar origen a polémica. No se deben dar ventajas a esa parte de la prensa ventajista y oportunista que solo sueña con desestabilizar.
Queda, por lo tanto, terminantemente prohibido decir frases distintas a las recogidas en el prospecto, bajo riesgo de expediente y fuerte multa económica.
El club, como ya ha hecho en unas cuantas ocasiones, ya se encargará a través de su página web, de rectificar y desmentir cualquier información u opinión que los periodistas o los medios de comunicación emitan sin consentimiento del club, sin la iniciativa del club o fuera del tono de bonanza y optimismo que siempre (en todo momento de cada día) va a imperar a partir de ahora (por narices) en este nuestro Real Zaragoza.
__________

Y en esas estamos. Conociendo ahora, en la Ciudad Deportiva, mientras salen los chicos a entrenarse, que Víctor hará rueda de prensa mañana viernes y que, hasta después del partido del domingo contra el Villarreal, ya nadie más podrá hacer, ni hará, más declaraciones. Que se sepa. ¡Ar!.
Es lo que hay. Aquí, en este punto (advertido hace días en este foro) nos encontramos: el mensaje único.
Habrá más sobre esto, seguro.

24 de octubre de 2007

D'Alessandro volverá a entrenarse mañana y Juanfran es también expedientado

No lo podrán ver en la página web oficial del club, pero ya hay una primera resolución directiva al conflicto del vestuario en el Real Zaragoza.
D'Alessandro ha sido llamado esta tarde al despacho del presidente Eduardo Bandrés y se le ha comunicado, de manera oral y escrita, que se le abre un expediente y que será sancionado económicamente por una cantidad que no ha trascendido pero que, con total seguridad, va a ser importante. Al centrocampista bonaerense se le ha hecho llegar la enorme sensación de desagrado que existe en la entidad con sus reiterados altercados e incidentes acontecidos en las últimas semanas, que se califican de muy graves. Una vez celebrada esta reunión del argentino con el ejecutivo zaragocista, el entrenador Víctor Fernández (que hoy no ha permitido entrenarse a D'Alessandro con el equipo y le ha enviado a casa) ha admitido que el futbolista suramericano se reincorpore mañana con el resto del grupo y vuelva a integrarse en la plantilla.
La sorpresa de la resolución tomada por los responsables directivos y deportivos tiene otro nombre propio: Juanfran. El lateral izquierdo valenciano también ha sido llamado al despacho presidencial para asistir a la misma ceremonia. Bandrés ha comunicado, oralmente y por escrito, al defensa zurdo que también se le incoa expediente y que tendrá que asumir una sanción económica (que será sensiblemente inferior en su cuantía a la que deberá pagar D'Alessandro). El club ha comunicado a Juanfran su descontento por las declaraciones efectuadas por el defensa el domingo por la noche en la zona mixta del estadio Vicente Calderón, una vez terminado el partido que perdió el Real Zaragoza frente al Atlético de Madrid por 4-0, en las que dijo que "el problema es que no sabemos a lo que jugamos", que se consideran irrepetuosas con el entrenador y con el resto del vestuario.
Por el momento, esta es la respuesta oficial de la sociedad anónima deportiva respecto del alboroto que reina en la caseta blanquilla en las últimas fechas. De las declaraciones, también polémicas, realizadas por Sergio García antes del partido de Madrid, se ha decidio no hablar.
Así pues, el club intenta cerrar el 'asunto D'Alessandro-Víctor Fernández' de este modo que, de manera indirecta, acaba salpicando también a Juanfran.
Mañana, en el entrenamiento matinal de las 10.30 en la Ciudad Deportiva, D'Alessandro será uno más del grupo en busca de encontrar una calma perdida hace ya tiempo. El partido del Villarreal, el domingo a las 17.00 en La Romareda, así lo requiere y aconseja.

Víctor no ha permitido entrenarse a D'Alessandro esta mañana

Siguiente capítulo de las desavenencias en el vestuario zaragocista. Víctor Fernández no ha permitido que Andrés D'Alessandro, futbolista al que expulsó ayer por la tarde del entrenamiento tras una dura discusión, se ejercitase con el resto de compañeros hoy por la mañana en la Ciudad Deportiva.
D'Alessandro había acudido con normalidad al entrenamiento, dado que oficialmente no está apartado del equipo. Tal decisión no se tomó por los dirigentes zaragocistas a lo largo de la noche de ayer en los diferentes contactos que mantuvieron en la sede del club. De hecho, en la página web oficial del Real Zaragoza (vehículo habitual y puntual para comunicar todo lo relativo al día a día de la entidad), no se contempla ni una solo palabra relativa al grave suceso. Por eso, cuando el entrenador ha comunicado a D'Alessandro, a través del delegado Juan Morgado, que debía vestirse y abandonar el vestuario, los tres capitanes (Cuartero, Zapater y Diego Milito) que ya estaban pre-calentando sobre el césped, han acudido al despacho de Víctor para pedir y obtener explicaciones de por qué Fernández tomaba tan seria decisión.
D'Alessandro se ha marchado de inmediato de la Ciudad Deportiva y el entrenamiento se ha celebrado sin su presencia.
A esta hora, sigue sin ser oficial la circunstancia de su apartamiento del equipo. Es un hecho, porque Víctor así lo ha decidido in situ en la Ciudad Deportiva, pero nadie en el club asume que D'Alessandro esté apartado.
Víctor, con toda la legitimidad que le otorga su cargo de entrenador, sabe que en este momento su posición jerárquica debe quedar salvaguardada de toda duda relativa a su autoridad sobre el vestuario. No puede tolerar lo ocurrido con el díscolo jugador argentino y sabe que debe proponer una dura sancion, con efectos internos y con imagen expandida hacia el exterior. Que se vea, que se note que Víctor es el jefe y D'Alessandro un subordinado suyo. Es lo lógico, lo que pide el sentido común. Porque ponerlo en pasiva, puede ser letal para Víctor. Si D'Alessandro sigue entrenándose con normalidad y se pasa por alto tu grave falta de respeto al entrenador, la autoridad del técnico quedaría por los suelos y el resto del plantel tendría barra libre para repetir acciones similares a la que ayer protagonizó el centrocampista argentino.
Ni Pardeza ni Herrera, las dos cabezas pensantes del área tecnica del Zaragoza, han aparecido hoy por la Ciudad Deportiva, a pesar de que durante el año su presencia ha sido habitual allí desde el inicio de campaña.
En definitiva, que no se aprecia coordinación en el modo de llevar las cosas. Llama la atención que, a esta hora, el 'asunto D'Alessandro-Víctor Fernández' sea una nebulosa en el orden oficial del Real Zaragoza SAD y haya tenido que ser el propio técnico el que haya tomado una determinación sin un refrendo por parte del club.
Casi 24 horas después, se sigue esperando la aparición de los responsables máximos de la entidad. Una definición concreta de lo que está suceciendo y de las determinaciones que se adoptan respecto de este grave asunto.
La incertidumbre, el ocultismo y el mensaje único, en casos tan serio y evidentes, no se sostienen bajo ningún concepto. La afición está preocupada y necesita señales consistentes que lleven cierta dosis de tranquilizantes ante todo lo que está sucediendo en su equipo en las últimas fechas.
Va a ser cuestión de seguir esperando voces, hechos y decisiones que, es de desear, se produzcan a lo largo de esta tarde. Os las contaremos.

23 de octubre de 2007

Nuevo lío de primer orden: Víctor Fernández expulsa a D'Alessandro del entrenamiento

No amaina el temporal. No remite el huracán interno que asola al vestuario zaragocista, le pese a quien le pese. Primer entrenamiento de la semana después del desastre de Madrid y primer follón de órdago a la grande. Ni la fiesta entre medio ha servido de bálsamo difusor. No hay manera.
Víctor Fernández ha expulsado del entrenamiento a Andrés D'Alessandro. Sí, otra vez D'Alessandro. Está en todas. Es infalible. Esta vez, la discusión, dura e inaceptable, ha sido con su entrenador. Un hecho intrínsecamente gravísimo. Mucho más si, como ha ocurrido, antes de irse a la caseta con antelación, el argentino se ha dirigido voz en grito a Fernández con una frase acusadora que resulta definitiva: "Vos tenés la culpa de todo".
Vaya situación. Es lo más serio y profundo que yo recuerdo en los últimos lustros en el vestuario zaragocista. Un jugador, con talante y galones de peso pesado en la plantilla, acusando pública y sonoramente a su entrenador de ser culpable de una situación concreta, que ya sabemos que es preocupante y dubitativa en lo deportivo, llena de problemas y circunstancias torcidas que necesitan urgente reparación. Tremendo cuadro, durísima imagen la vivida hoy en la Ciudad Deportiva alrededor de las 18.30.
Conocido y asumido el hecho, ahora llega la segunda parte. ¿Cómo va a solucionar esto el club?
¿Saldrá por fin a la primera línea de actuación y decisión el presidente, Eduardo Bandrés? ¿Entrará en acción por fin el desaparecido máximo accionista, Agapito Iglesias? ¿O dejarán solo a Víctor Fernández para que, con su experiencia, intente arreglar algo que cada vez tiene menos asideros por dónde ser agarrado?
Un dilema que, amigos míos, a uno, que lleva muchas batallas informativas vividas en circunstancias anómalas, le da miedo. Queda mucho espacio para rectificar (30 jornadas y la Copa), pero se está tardando mucho en tomar decisiones. Y esto, en vez de mejorar, cada día que pasa (lo de hoy es otro ejemplo) sufre una evidente regresión.

Víctor Fernández y sus pedanías

Víctor Fernández. Un entrenador de fútbol. Un buen entrenador, con un buen currículum. Zaragozano del barrio Oliver. Por su precocidad, historia viva ya del balompié español. Mascarón de proa del nuevo proyecto zaragocista nacido el año pasado con la venta del club por parte de Soláns. Estandarte del agapitismo (nueva era del Real Zaragoza regida por Agapito Iglesias como máximo accionista y propietario de la sociedad anónima). Figura sobre la que prácticamente nadie objetó duda alguna cuando, sorprendentemente, surgió como aglutinador de ilusiones para sacar al Zaragoza del pozo en el que estaba hace 15 meses. Un buen vendedor de ideas, de proyectos. Un generador de alicientes, un hombre con don de gentes, con buena fachada de cara vista. El entrenador perfecto para un momento adecuado. El actual entrenador del Real Zaragoza a través de una acertada maniobra diseñada en mayo de 2006 por los nuevos dirigentes blanquillos. Un profesional reconocido dentro y fuera de Aragón, con una trayectoria de 15 años en los que predominan los buenos rendimientos deportivos por encima de los fracasos. Un técnico ganador de títulos. Un amante del buen fútbol. Un tipo relativamente accesible a pesar de la acumulación de fama en los últimos lustros. Un chaval zaragozano y zaragocista nacido en los sesenta que ha ido madurando con diversas inclinaciones personales y profesionales dentro del presionante y dificilísimo mundo del fútbol profesional. Quizá el futuro seleccionador nacional español. Un personaje popular en la ciudad y en Aragón, donde tan pocas referencias faranduleras se han tenido a lo largo de los diversos momentos de la historia. Inevitable en cualquier referencia al famoseo aragonés. Hijo predilecto de la ciudad. Pregonero. Campeón de la Copa del Rey y de la Recopa hace ya más de una década, cuando era más joven. Campeón de Copa Intercontinental con el Oporto hace nada, cuando era menos joven. Ídolo de masas en Vigo. Celtista adoptivo. El entrenador que más extranjeros ha hecho debutar en la Liga española. Amante del fútbol suramericano, especialmente del argentino. Un técnico que jamás puede pasar desapercibido. Un hombre carismático dentro y fuera del campo... (Así, hasta un millón de definiciones que dibujarían la personalidad y el aura de Víctor, con sus pros y sus contras, como cada individuo que habita en el mundo. Llegaría un punto en que el tono positivo se tornaría en negativo y acabaríamos con una larga retahíla de defectos y elementos menos agradables de su perfil. Como en cada humano, hay una parte buena y otra menos buena. Por falta de espacio, de momento nos quedamos aquí porque el caso no necesita más profundidad).

Pedanías. Lugares anejos a un territorio regidos por un alcalde o juez bajo la jurisdicción del lugar principal. Figuradamente, alrededores de un núcleo principal.

El caso. Víctor casi nunca ha sabido funcionar en solitario. Es verdad que el fútbol es un deporte de equipo, pero normalmente lo entrenadores suelen ser hombres solitarios, egocéntricos, algo engreídos, egoístas, hasta ermitaños. Víctor, por el contrario, por su manera de ser, siempre ha gustado de estar rodeado, apoyado, aconsejado, aponderado, regañado, rectificado por un grupo de gente muy cercana. Tiene sus manías, sus métodos, su manera de vivir el fútbol y la profesión. Todo respetable y aceptable, por supuesto. Tanto es así que, a buenas, es incluso positivo que un entrenador expanda sus sensaciones y contraste su día a día. Ahí, Fernández se mueve bien, es listo. El problema viene cuando llegan mal dadas. Ya le pasó hace años en su salida en falso del Zaragoza y no ha sido la única vez. Ahora, en este inicio de temporada, las cosas no están saliendo según lo previsto. Y se están repitiendo capítulos del pasado.
Un alcalde principal no puede estar a merced de sus pedanías. Es siempre al revés. En las decisiones importantes, no debería de haber más que una opinión y un enfoque: el del alcalde (vease entrenador). Si las pedanías se inmiscuyen demasiado, el concejo se enmaraña, se enturbia y se provocan roces y equivocaciones graves. Hace falta personalidad para orillar opiniones, consejos o mandatos anejos que deberían ser menores e, inclusive (sería lo recomendable), tendrían que ser desechados por Víctor.
Cuando la cosa no va bien, más vale pecar en solitario y confundirse en silencio que errar por culpa del ruido y las sugerencias de alrededor.
Las pedanías nunca deben de pasar de ser pedanías. De lo contrario, algo no funciona bien en el gobierno municipal. Quizá hasta lo haga contra natura.

22 de octubre de 2007

Noche de insomnio en un hotel de Madrid

He terminado de mandar la crónica y todos los demás datos que vais a leer en HERALDO pasadas las 00.20 de esta noche. Venía hablando en un taxi con los compañeros de la redacción de los últimos detalles pos partido. Tenía la intención de tomarme una cerveza en la cafetería del hotel y acostarme a dormir...
No puedo. Me ha dolido como nunca la derrota del Zaragoza. No paro de pensar en la imagen del equipo, en el modo de perder en Madrid. Y me viene a la cabeza Barcelona. Y hasta el partido que se ganó 2-0 al Sevilla. Qué manera de sufrir en defensa. Qué manera de dejar agujeros enormes para que los delanteros rivales entren hasta adentro. Qué vergüenza de sistema de contención. Menos mal que está César. Menos mal que el portero atraviesa un momento de acierto, ya que de lo contrario, en Barcelona hubieran sido 8 ó 10 lo goles encajados, hoy en Madrid 7 u 8, y el día del Sevilla, no solo no hubiéramos ganados, sino que habríamos perdido por goleada.
Me paro a pensar un momento. ¿Estaré exagerando?, me pregunto. Y, rememorando los partidos, repasando las notas arrastradas de la temporada que llevo en el maletín, acabo concluyendo que no es una exageración. Muchos amigos me han (me habéis) llamado a lo largo de la noche. Varios, después del partido. Tengo el móvil lleno de mensajes. Todos malos, todos cabreados, todos negativos. Eso me hace pensar que no es exagerado casi nada que se piense esta noche de decepción zaragocista.
¿Adónde va este Zaragoza? ¿Cómo se puede solucionar este galimatías en el que se ha convertido el equipo? ¿Qué va a pasar con esta temporada, que venía cargada de mil ilusiones y nos la están destrozando sus principales protagonistas con su apatía y su escaso rendimiento?
¿Volveremos a escuchar a partir de mañana nuevos mensajes con forma de cortina de humo culpando a los mensajeros y eximiendo de responsabilidad a los verdaderos artífices de semejante fraude deportivo?
No paro de hacerme preguntas mientras intento conciliar inútilmente el sueño. Claro, pienso, soy aragonés y zaragocista y por eso me preocupa sobremanera el futuro de este equipo, el futuro de este proyecto. Son momentos cruciales para la entidad. Viene lo del campo. Vienen muchas cosas que han de decidir qué sucede con este club todavía prisionero por una descomunal deuda acumulada. Tengo miedo.
No era este el mejor momento para que pasara esto. El año pasado todo salió muy bien. Era el primer año. Víctor había llegado con el viento de cola, con todo a favor. Los fichajes salieron bien en líneas generales, gracias al apoyo vital de los veteranos. Los nuevos mandatarios, después de varios meses de aterrizaje, empezaban a calar, a tener cuerpo y cara reconocibles. ¿Por qué se está yendo esto por un camino incorrecto? ¿Por qué se ha fallado estrepitosamente en Europa? ¿Por qué un equipo medio cuajado hace cuatro meses se ha destartalado en cuatro días?
Voy a apagar la luz, que mañana hay que madrugar para coger el AVE de vuelta a Zaragoza. Los jugadores y los técnicos tienen fiesta. No vuelven hasta el martes. Llega el Villarreal a La Romareda. Es el segundo de la Liga. Le ganó 3-1 al Barça, le bailó el sábado. Me da miedo lo que pueda pasar. El Villarreal ha ganado 6 de los 8 partidos de esta Liga. Dios mío.
¿En qué puede acabar todo esto? ¿Es solo una pesadilla pasajera?
Imagino que, lo mismo que me está pasando a mí, estará ocurriéndole a muchos zaragocistas. Es una noche de insomnio en Madrid, como hacía tiempos que no me ocurría. No quiero recordar el momento exacto de algo así. Fue lo más desagradable que le ha ocurrido a este equipo en los últimos 20 años. Dejemos que pasen unas horas para aclarar las ideas. Y espero que dentro del club hagan tres cuartos de lo mismo. Así no vamos a ningún lado. Bueno, sí...

21 de octubre de 2007

D'Alessandro y Sergio García, suplentes en el Calderón

Acaban de hacerse oficiales las alineaciones del partido de esta noche entre Atlético y Real Zaragoza. Ni D'Alessandro, ni Sergio García van a ser titulares en Madrid.
César será el portero zaragocista. Diogo, Ayala, Sergio Fernández y Juanfran, los defensas; Luccin y Zapater forman el doble pivote; Gabi y Aimar se volcarán a las bandas; y Oliveira y Diego Milito componen la delantera aragonesa. En el banquillo, junto a D'Alessandro y García, se sientan López Vallejo, Cuartero, Óscar, Pavón y Celades.
La suplencia de estos dos protagonistas durante la semana tiene lecturas añadidas a la propia de cada domingo cuando se mira al banquillo de sustitutos. No hace falta abundar más en los motivos.
Por cierto, el Real Zaragoza vestirá todo de blanco. Como hace dos jornadas en el Camp Nou de Barcelona, los zaragocistas han cambiado el pantalón azul por el blanco para evitar la coincidencia con el del Atlético de Madrid.
Los colchoneros juegan con Leo Franco; Perea, Zé Castro, Pablo, Pernía; Maniche, Raúl García; Maxi Rodríguez, Luis García; Agüero y Forlán. La sorpresa en la entrada de Luis García como titular y la presencia del portugués Simao en el banquillo, donde también están Abbiati; Antonio López, Cleber Santana, Fabiano Eller, Valera y Jurado.

20 de octubre de 2007

Solo Paredes se queda fuera de la lista para Madrid

No ha habido sorpresas. Lesionados y de baja Matuzalem, Generelo y Chus Herrero, Víctor solo tenía que descartar un portero y un jugador de campo para conformar la lista de 18 convocados que viajan a Madrid esta tarde a partir de las 17.00. Miguel y Paredes son los que se quedan una vez más en casa.
Al Calderón acuden, por lo tanto, los guardametas César y López Vallejo; los defensas Diogo, Juanfran, Sergio Fernández, Ayala, Pavón y Cuartero; los centrocampistas Luccin, Zapater, D'Alessandro, Aimar, Gabi, Celades y Óscar; y los delanteros Oliveira, Diego Milito y Sergio García.
De alineación inicial, por el momento, no se sabe nada. Víctor ha mezclado como nunca a sus futbolistas en la sesión preparatoria de esta mañana. No ha querido dar ni una sola pista. Las convulsiones vividas en buena parte del vestuario a lo largo de la semana, con varios nombres propios al frente de las reivindicaciones personales, así lo aconsejan. Hasta mañana en la charla del mediodía, todo queda en el secreto del técnico aragonés.
Vuelve el fútbol y lo hace con un partido grande. El Atlético de Madrid-Real Zaragoza, todo un clásico de la Liga, lo es sin duda. Se podrá ver (salvo que la guerra de las televisiones vuelva a provocar un apagón de señal inesperado) por el Canal + a las 21.00 de mañana domingo.
Lograr los 3 puntos sería para el Zaragoza un reconstituyente divino. La mejor -y única- manera de difuminar los malos rollos que han proliferado en los últimos días dentro y alrededor del vestuario. En fútbol, los resultados ejercen siempre de milagrosa medicina. Que la dosis sea la adecuada y surta efecto. Es menester.

Último entrenamiento de una larga y tortuosa semana

El Real Zaragoza está a punto de concluir el último entrenamiento de esta abrupta semana que concluye mañana con el partido de Madrid en el campo del Atlético. Es en la Ciudad Deportiva, porque, esta vez, el hábito de Víctor Fernández de hacer la última sesión preparatoria a puerta cerrada en La Romareda es imposible porque la mitad del estadio está sin césped, en plena faena de reposición de la hierba tras los destrozos producidos en los dos conciertos pilaristas.
Es el tercer entrenamiento en semiclausura, dentro de ese nuevo dispositivo de restricciones de circulación para periodistas y público en general que ha detonado la trifulca que protagonizaron D'Alessandro y Aimar y que tan mal supo que se viera y oyera por parte de todos los asistentes.
Curiosamente, esta mañana sabatina, este nuevo diseño de vallas, impedimentos, pasos prohibidos y "achique de espacios" para periodistas y forofos, ha provocado que el partido de cadetes programado en la Ciudad Deportiva haya llevado a los jóvenes cachorros zaragocistas a cambiar de campo. El habitual para el equipo de esta categoría (el más próximo al gimnasio y al vestuario del primer equipo) obligaba a dejar pasar al público (padres, familiares y periodistas, si los hubiere), a la grada recientemente cancelada para los entrenamientos de la primera plantilla.
La solución, llevar a los chavales al campo del fondo, el que usan normalmente los juveniles y el filial. En definitiva, que ha sido y está siendo una mañana de puertas y compuertas, de verjas y rodeos. Una especie de canal de Panamá, de exclusas y compartimentos movibles, pero sin agua. Son los nuevos tiempos en los que el equipo, en vez de acercarse a la gente, se aleja cada vez un poco más, se esconde en un dudoso ejercicio de autoprotección.
En pocos minutos, lista de convocados, fotografía oficial con el nuevo traje de la temporada (traje de viaje y de gala, de nuevo patrocinado por la firma Alejandro Moda), almuerzo en sus respectivos domicilios, y viaje a Madrid en el AVE de las 17.00. Enseguida os lo cuento.

18 de octubre de 2007

El histórico Pontevedra CF, rival del Zaragoza en la Copa

El Pontevedra CF será el rival del Real Zaragoza en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey 2008 que comienzan dentro de 20 días. El histórico equipo gallego, que llegó a militar en Primera División en los años sesenta, juega en el grupo 1 de la Segunda División B donde, tras la disputa de 8 jornadas, ocupa la 7ª posición en la tabla con 3 partidos ganados, 3 empatados y 2 perdidos, lo que arroja un balance de 12 puntos de los 24 disputados (justo el 50%). Los pontevedreses han marcado 12 goles y han encajado 9.
El partido de ida se jugará en el mítico campo de Pasarón el martes 13 de noviembre, y la vuelta será en La Romareda el 2 de enero.
El equipo granate (así viste) está entrenado por Xabi Gracia, joven técnico navarro que fuera jugador muchas temporadas entre los años ochenta y noventa de la Real Sociedad y el Villarreal, entre otros equipos de Primera y Segunda donde ha militado.
En su plantilla resulta llamativa la presencia de varios jugadores extranjeros, a pesar de ser un modesto equipo de Segunda B. Es una política que siguen los pontevedreses, asemejándose a sus vecinos de Ferrol, captando jovenes futbolistas de segundo nivel en diferentes países en busca de promocionarlos y poder obtener con el tiempo buenos traspasos. Este año, el Pontevedra tiene dos franceses (el portero Bonis y el defensa Dumast), dos argentinos (el medio Víctor y el delantero Bianchi), dos brasileños (los puntas Charles e Igor), un portugués (el centrocampista Organista) y un oriundo de Venezuela (Jonay).
Del resto de la plantilla, destaca la presencia del veterano medio centro Turiel (jugó en Primera con Valladolid y Alavés), el lateral zurdo Bermudo (de larga trayectoria, iniciado en el Barcelona, internacional español en categorías inferiores y jugador del Tenerife en Primera) y el centrocampista Xavi Moré (jugó en Primera con el Valladolid y el año pasado estuvo en el Castellón).
Desde el punto de vista zaragocista, llama la atención la presencia del central Sergio Castaño, que jugó dos campañas en el Real Zaragoza B a las órdenes de Manolo Villanova y que llegó a jugar algún amistoso con el primer equipo aragonés, aunque no acabó dando el salto a la primera plantilla y acabó marchándose al Xerez.
Ni que decir tiene que el Real Zaragoza está obligado a pasar a octavos de final sin problemas. Pero lo mismo ocurrió contra el Aris Salónica en la UEFA y ya sabemos cómo acabó la película...

A las 12.00, sorteo de la Copa del Rey

A partir de las 12.oo el Real Zaragoza va a conocer su primer rival en la Copa del Rey 2008. El sorteo de la siguiente eliminatoria (los dieciseisavos de final) va a tener lugar en Las Rozas -Madrid- y en el mismo ya van a entrar los 20 equipos de Primera División después de culminadas las tres rondas previas en las que, a partido único, han ido eliminándose los clubes de Tercera, Segunda B y Segunda A.
A partir de ahora, la Copa entra en su segunda parte, cuando las rondas ya se juegan (desde el año pasado) a doble partido de ida y vuelta.
El Real Zaragoza, por haber sido equipo europeo este año (aunque sea el único que llega ya eliminado a estas tempranas alturas de campaña), tiene el privilegio de evitar en el sorteo de hoy un rival de Primera División (habrá cuatro cruces entre Primeras).
Es seguro, por lo tanto, que el adversario que salga del bombo será un equipo de Segunda B o, en el más duro de los casos, un Segunda División.
Anoten las opciones. Los seis equipos que siguen vivos de Segunda B son Burgos, Alcoyano, Denia, Pontevedra, Alicante y Real Unión de Irún. Y los seis equipos de Segunda División que quedan en liza son Xerez, Málaga, Hércules, Las Palmas, Elche y Granada 74.
Las fechas de esta primera eliminatoria están realmente alejadas una de la otra, lo que da un perfil extraño a su disputa. La ida es el próximo 13 de noviembre, dentro de 20 dias, y la vuelta esperará hasta la intempestiva fecha del 2 de enero, nada más pasar el fin de año. El Zaragoza, al enfrentarse a un rival de menor categoría, ya sabe a ciencia cierta que la ida la jugará a domicilio y que el duelo de vuelta será en casa.
El 13 de noviembre es martes. Esto es así porque esa semana es la del último parón del año por los compromisos internacionales de las selecciones de cara a la Eurocopa del próximo verano. Y la Federación decidió que se jugara en martes y no en miércoles para ganar un día en favor de las decenas de futbolistas que deberán partir a las convocatorias de sus respectivos combinados nacionales.
Este mediodía, informaremos del rival que le ha correspondido al Real Zaragoza en su arranque copero. Una andadura que se presenta, si cabe, todavía más interesante para el club aragonés de lo que siempre lo es, como consecuencia de las heridas abiertas que todavía perduran tras haber dicho adiós sorprendente y dolorosamente a la UEFA a las primeras de cambio. La Copa del Rey, por ello, adquiere este año un valor altísimo en los objetivos de los dirigentes blanquillos que ven en esta competición corta la vía para devolver a la afición todo lo perdido con el adiós a Europa.

17 de octubre de 2007

Opinen ustedes mismos...

La mañana de un miércoles normal y corriente del mes de octubre en la Ciudad Deportiva. Entrenamiento ordinario, nada especial. Si no se supiera por parte de todos los que habitualmente estamos inmersos en el día a día zaragocista que el ambiente está enrarecido últimamente, nada advertiría que van a seguir consumándose nuevos roces, nuevos disparates a añadir a la paranoia que crece sin remedio en determinados puntos del zaragocismo activo.
El entrenamiento concluye, como ya se sabe, con el lamentable roce entre Andrés D'Alessandro y Pablo Aimar. La parte final, gritos e insultos del primero incluidos, se pude ver en el vídeo colgado en la web de HERALDO y que fue filmado esta mañana por las cámaras de ZTV. Las imágenes han recorrido ya a estas horas de la noche casi todas las cadenas televisivas aragonesas y españolas. Es posible que la mayoría de ustedes ya las hayan podido ver y valorar. Por lo tanto, no considero necesario abundar más sobre ellas. Ustedes tienen, seguramente, su opinión formada.
Pero resulta que, una vez escrutada la actualidad del día desde otros muchos prismas (uno lo hace a diario, in situ o en contacto directo con los protagonistas de cada jornada), han ocurrido otras cosas que destilan olores, aromas, jugos que merece la pena evaluar.
A modo de ejemplo, ahí van unos pocos detalles del estado de las cosas.
Una. Mediada la mañana, se anuncia por la grada en labor apostólica y misionera de Guerra Santa intentanto convertir a los disidentes, que si Víctor Fernández desaparece del Real Zaragoza, el futuro del club es el caos. Que ojo cómo se le ataca y se le critica.
Otra. Cuando se produce el incidente Aimar-D'Alessandro, el entrenador (entre otros, también Diego Milito hace algo parecido) advierte malhumorado a los cámaras y fotógrafos que hay en la zona que no hagan fotografías, que eso no es periodismo. No es una reacción nueva, porque en esos casos a los protagonistas no les suele gustar verse después en la opinión pública por estas cuestiones desagradables y suelen reaccionar así. Lo curioso es que se entre a valorar lo que es periodismo y lo que no lo es. Ustedes mismos.
Otra. De las sorprendentes declaraciones de ayer de Sergio García, hechas por el delantero catalán de manera libre, voluntaria y en plena consciencia mental por su parte en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, se acaba culpando a una parte de la prensa por el talante de sus preguntas y por la insistencia (que no la hubo) en las mismas. O sea, que la culpa de que García haya dado dos coces mal tiradas desde el punto de vista del entrenador (lógico), no es de García, sino del periodista que le pregunta. Ustedes mismos.
Otra. Se reconoce por parte del técnico que se ha escuchado dos veces la cinta de la rueda de prensa de García para concluir que el periodista es el responsable de la salida de pata de banco del delantero blanquillo. El club no graba las comparecencias ante la prensa. Nada más que decir.
Solo una confesión: jamás había visto tanta obsesión por controlarlo todo, por manejar los hilos de lo propio y lo ajeno. No tiene explicación lógica, es propio de un estado de inestabilidad emocional impropio de una situación como la actual en el Zaragoza, que no es tan mala en resumidas cuentas.
¿Por qué hay gente tan nerviosa si ganando dos partidos se pueden suturar mínimamente unas heridas serias que, en otro tiempo hubieran sido mortales, y que por haber ocurrido en este momento tan especial en el zaragocismo, no han causado daños definitivos? ¿A qué se tiene miedo? ¿Por qué no se soportan criterios u opiniones no alineadas con los puntos de vista de algunos sectores muy concretos del club? ¿Qué se pretende? Ustedes mismos.

D'Alessandro y Aimar, tristes protagonistas de un nuevo día nervioso

No ha manera. Por unas u otras causas, la actualidad del Real Zaragoza en los últimos días no puede apartarse de la polémica, de lo anormal, de la rutina calmada que presidió el trabajo cotidiano del equipo y del club hasta el partido del Campo Nou. Desde entonces, eliminación catastrófica de la UEFA incluida, mal que pese a todos, predomina lo negativo por encima de lo positivo (que también lo ha habido, sobre todo a través de los resultados ligueros frente al Sevilla y Levante que mantienen viva la esperanza de reconducir este estado de nervios y roces permanentes si el equipo se aúpa a la zona noble de la Liga).
Hoy, el titular que se extrae de la única sesión preparatoria celebrada en la Ciudad Deportiva, no está relacionado con los ejercicios efectuados por los jugadores, ni por un golazo, ni por una determinada alineación, ni siquiera por las típicas pequeñas lesiones que suelen trufar los ensayos semanales a lo largo de un año deportivo. No ha sido posible tampoco.
Cuando el entrenamiento estaba a punto de terminar, Andrés D'Alessandro y Pablo Aimar se han enzarzado en una fuerte discusión tras una jugada trivial en el partidillo que había organizado Víctor Fernández y han acabado protagonizano un bochornoso espectáculo con empujones, fortísimos insultos, amenazas de muerte, gritos, insultos y duros reproches que no han acabado en agresión gracias a la actuación de Diego Milito (el único que ha acudido ha separarles de manera decidida, pasados ya unos segundos desde el inicio del altercado en mitad del campo).
Extraña esta pelea, ya que se trata de dos jugadores argentinos, presuntamente cercanos en muchas cosas, y que incluso en su pasado juvenil habitaron la cantera del mismo club, el River Plate. Ni siquiera esos condicionantes han evitado el espectáculo matinal de hoy en la Ciudad Deportiva, donde las caras de estupor eran tremendas una vez que D'Alessandro se iba caminando solo al vestuario y, a continuación, Víctor Fernández decidía terminar el entrenamiento. Nadie podía creerse que Andrés y Pablo pudieran acabar así.
Mayor gravedad al incidente ha añadido la presencia en la banda durante toda la mañana del máximo accionista de la entidad, Agapito Iglesias, que ha vivido la situación en primera persona, sin que nadie se la tenga que interpretar y sin tener que acudir al visionado de las imágenes por televisión o fotografías.
Aimar habló a la salida del vestuario. D'Alessandro, muy caliente en las últimas fechas, prefirió guardar silencio. Las palabras de Aimar han sido las clásicas. El tópico habitual en estos casos. Que es normal que pase esto, que es bueno porque indica que hay tensión en el equipo, que es positivo que la gente esté involucrada y bla, bla, bla... Que han hecho las paces en el vestuario y que ya está todo solucionado.
Pero, como siempre pasa con estos incidentes, el borrón no se puede quitar. Ahí queda. Y, por más que los protagonistas y sus alrededores interesados intenten borrarlos del disco duro de la realidad, no se puede. Es algo indeleble. ¿Tendría algún sentido obviar algo tan llamativo que ha ocurrido a la vista de todos? Evidentemente, no se puede ni se debe. A lo hecho, pecho. Como todo en la vida.
Es una pena que suceda cosas así, sobre todo porque, tradicionalmente (y lógicamente), este tipo de sucesos son indicativos de que hay nervios, de que las cosas no marchan del todo bien y de que hay una temperatura demasiado alta dentro del vestuario y en lo que le circunda. Nunca es buen síntoma tener fiebre. Ojalá lleguen enseguida los resultados que todo lo sanan. De lo contrario, la espiral que parece habere iniciado en diversos ámbitos del club y sus pedanías tiende a tener un final no deseado por nadie.

16 de octubre de 2007

Más ocultismo, más conducta anómala. El Zaragoza y su afán por rediseñar la realidad

Otro capítulo de paranoia informativa dentro del Real Zaragoza. Llevamos 48 horas dignas de un frenopático a cuenta del cambio del césped de La Romareda tras los graves destrozos provocados por los dos conciertos pilaristas de Héroes del Silencio en el estadio municipal. Se sabe que se cambian los casi 10.000 metros cuadrados de hierba que tiene el campo de fútbol. Se sabe que los tepes vienen del sur de Francia, de la provincia de Burdeos. Se sabe que los jardineros del club, con el ingeniero agrónomo Joaquín Salvo a la cabeza, confían en la meteorología y en que el ajustadísimo tiempo del que disponen para llevar a cabo tan delicada maniobra, salga bien y permita jugar en condiciones mínimas el próximo partido como locales frente al Villarreal el día 28 (dentro de solo 11 días). Pero no se sabe cuánto cuesta a ciencia cierta la sustitúción de la hierba (se calcula que alrededor de 200.000 euros) y, lo más importante en estos casos, no se quiere decir quién lo paga.
El Ayuntamiento de la ciudad (propietario de la instalación) se llama andana. Ni en Alcaldía, ni en las diferentes concejalías susceptibles de poder asumir la responsabilidad económica del gasto, quieren saber nada desde el principio. Desvían enseguida la atención hacia el Zaragoza. Los organizadores del evento musical, idem de idem. Pero, el club, desde el principio, dice que él no sabe nada de quién debe pagar este cambio de césped.
De locos. Ridículo. Inexplicable tanto oscurantismo. ¿Por qué? ¿Para qué mentir o esconder?. No hay razón objetiva. Debe ser algo compulsivo, porque hace días que viene pasando en todos los ámbitos de la entidad en ese afán lunático de manejar la realidad por encima del formato que tengan los acontecimientos. Es como si el Zaragoza quisiera actuar de notario, de fedatario de cada acción o acto que sucede a su alrededor y solo sirviera su versión. Versión que, en el apartado deportivo, incluso es capaz de modificar los hechos, de moldearlos tal y como algún personaje quiere que sean, aunque no sean así realmente. Incidentes, lesiones, declaraciones... se ocultan, se modifican, se defienden con vehemencia en versiones que no se ajustan a la realidad. Se discute la rotación de la Tierra si es necesario para ajustarla en tiempo y velocidad a lo que a algún individuo le interesa ahí adentro. Es eso del mensaje único, del control total de la información del que os hablaba recientemente.
Después de que el asunto del césped fuera ayer lunes de pesadilla, lo más absurdo que se ha podido ver en los últimos años dentro del apartado deportivo-político en estos lares, lo de hoy martes es digno de análisis médico o, quizás, de un especialista en brujería. El teniente de alcalde Carlos Perez Anadón, contundentemente, cierra el discurso desde el ayuntamiento diciendo públicamente, después de infinidad de movimientos entre bambalinas, que lo del césped no incumbe al consistorio y que se mire al Real Zaragoza. Lo mismo hacen los organizadores del doble concierto. Y, claro, al club no le queda más remedio que salir al paso y sacar un comunicado. Pero, cuando todos los afectados por este alboroto abogan y consideran que el club va a asumir, por fin, que es él quien corre con los gastos, resulta que la nota de prensa (aparece en la web oficial) es un texto ambiguo, difuso, inconcreto, que lleva directamente a una carcajada. No puede ser. Es cómico que este episodio pueda tener ese colofón. Se explica entre líneas que paga el Zaragoza, pero no se asume. Sí, pero no. No, pero sí. Tal vez...
Pero este es el estado de las cosas dentro del Zaragoza. Así, como os contaba en los últimos días, viene funcionando el día a día en casi todos los sectores del club. ¿Por qué se niegan eviencias? ¿Por qué se ocultan o modifican situaciones que, tarde o temprano, van a trascender? ¿Por qué se intentan poner puertas al campo o parar una avalancha de agua con una cesta de mimbre? ¿A qué obecede este alejamiento de la realidad por parte de algunos responsables cualificados del organigrama zaragocista?¿Quién gobierna este tipo de políticas informativas y con qué objetivos?
Este del césped, es el último capítulo. El que sucede, por ejemplo, a lo ocurrido con determinados jugadores en el Camp Nou. Y a otros anteriores. Parece mentira, pero es verdad. Da la sensación de que este comportamiento, con determinados personajes en la penumbra, va a perdurar y, si nada cambia, la siguiente todavía será más gorda o sorprendente. A ver.

Sergio García sale de la modestia y se reivindica abiertamente

Ayala, Diogo, César, Zapater, Juanfran, Sergio Fernández... y ayer Sergio García. Cada uno a su manera y desde su particular punto de vista, los jugadores del Real Zaragoza llevan una semana aireando sin tapujos las cuestiones internas que les incumben y que les generan preocupación. Ayer, García, habló más claro que nunca. Dejó a un lado su pose habitual de modestia, prudencia y timidez y pasó al ataque. Advirtió con contundencia un cambio de actitud en ciernes. Avisó de que empieza a cansarse de lo que ocurre con él.
García fue directo al grano. "Creo que peleo en igualdad de condiciones con Diego Milito y Oliveira. Ellos siempre han tenido mucho nombre, pero el entrenador, al menos eso es lo que me hace saber, es que es así, que estoy en igualdad de condiciones. Por ello, yo estoy de momento tranquilo", anticipó antes de emitir su mensaje matriz.
Y este no era otro que poner en pasiva su teoría inicial. Y lo hizo. "Si el domingo no juego, no voy a pensar de igual manera. Si sucede eso y no juego en Madrid, ya veremos lo que pasa", dijo por dos veces, reiterando su sospecha.
El siguiente paso fue poner al entrenador en medio de sus dudas, en el ojo de la disyuntiva que puede producirse a la hora de conformar el once inicial en el Calderón: "Yo siempre me veo con opciones de jugar. Pero, en este caso, más, porque en el último partido creo que lo hice muy bien. No creo que me quede fuera, pero el que decide es siempre el entrenador", advirtió.
Marcado el territorio convenientemente, Sergio García empezó a profundizar en sus sentimientos. "Aquí siempre planea la duda sobre mí. Si no marco en un partido, ya se está dudando de quién tiene que jugar al día siguiente. Siempre hay esa duda", se quejó con un claro tono de amargura. "A lo mejor es que yo tengo que hacer un poquito más que los otros para poder jugar. A ver si consigo que sigan las cosas como hasta ahora (marcando goles) y no tengo que hacer tanto para ser titular", deseó en voz alta.
El barcelonés tampoco tuvo inconveniente en declarar su cambio de criterios en esta su tercera campaña en el Zaragoza. "Antes, muchas veces prefería pasar antes que tirar a gol. Me parecía bonito pensar que un compañero pudiera marcar el tanto. Y por eso, a mí el gol se me daba peor. Ahora, este año, creo que tengo que pensar un poco más en mí y por eso me está yendo mejor de cara a portería", se justificó a corazón abierto.
El verbo de García no entiende de rodeos. "Es posible que Diego Milito y Oliveira hayan tenido sus mejores minutos cuando he jugado yo con ellos. A lo mejor no se compenetran bien y por eso juegan mejor conmigo. Pero son dos buenos delanteros y el entrenador decidirá quién juega", valoró y completó: "Ellos (Diego y Oliveira) son más delanteros centros. Yo puedo tener un poquito más de movilidad y caer más a la banda". Sergio cree, en definitiva, que "tiene que jugar el que esté mejor".
Nadie esperaba unas manifestaciones tan rotundas de un chico siempre moderado, siempre callado, siempre conformado. García, viendo lo que ocurre a su alrededor, ha decidido cambiar de postura y dar un paso adelante en el vestuario. En su tercera temporada en el club, es ya un joven veterano. Sabe que si no se hace valer, los recién llegados con vitola y salario de superestrellas, le acabarán orillando ante la connivencia del mando. Es, la de García, una postura compartida por otros muchos jugadores (generalmente españoles) de la caseta zaragocista. Es, sin duda, la consecuencia natural al estado de las cosas en el formato que ha adquirido el nuevo Real Zaragoza de 2007.
Los resultados, como ocurrió el año pasado, serán los que dicten el grado de efervescencia en el que va a discurrir el día a día dentro del colectivo de profesionales zaragocistas. De momento, cada uno empieza a tomar posiciones. Por si acaso es necesario. Puras relaciones humanas. Pura conducta social dentro de una empresa.
El orden, el gobierno, la responsabilidad, el mando, tendrán mucho que decir también a partir de ahora. Mano izquierda, galones y credibilidad van a ser necesarias por arrobas en la dirección técnica y deportiva.

15 de octubre de 2007

Obsesión enfermiza en ciertas partes del club (y alrededores) por el mensaje único

Gobierno total. Control absoluto de los flujos informativos. Enfoque unidireccional de la actualidad zaragocista. Manejo del qué, el cómo, el cuándo y el dónde de las cosas. Y si es posible, hasta del por qué.
Esta es la última enfermedad que se ha instalado en el seno del Real Zaragoza en los últimos meses y que está rayando en la paranoia en los últimos días, quizá en las últimas semanas, de dura realidad deportiva para los entresijos del club aragonés. Alguien está obsesionado por controlarlo todo. Por ser el dueño de la realidad. Por tener la potestad diaria y permanente de dar fe a lo que es verdad y es mentira en el Zaragoza. En definitiva, algo materialmente imposible, pero que alguien está intentando. Personalmente, con sus acciones; y, de manera colectiva, apoyándose en elementos externos e intentando imbuir de su sueño imposible al resto de protagonistas con mando dentro de la entidad.
El gran objetivo es conseguir el mensaje único. Que no haya disidentes. Que se diga siempre lo conveniente, que se dibuje una realidad y un horizonte favorable aunque sea con materiales postizos. Una especie de "reality-show" en el que el Real Zaragoza nunca tenga problemas, jamás manifieste grietas y sea algo así como 'Alicia en el país de las maravillas'. Un mundo feliz en que todo es bonito y positivo, donde no caben los problemas, ni los roces, ni las dificultades.
Este régimen totalitario necesita una comunión total por parte de los múltiples recovecos que componen el club (éste, como todos). Todos han de decir lo mismo, nadie debe disentir, ni siquiera generar la más mínima duda sobre nada. Se pide silencio. Se obliga al silencio la mayoría de las veces. Solo debe haber determinados portavoces oficiales. Que no son precisamente los ejecutores de esta política. Ni mucho menos.
El ideólogo, el promotor está detrás. Oculto (cada vez menos) detrás de una máscara que, en principio, tiende a despistar por pura cuestión de roles. Él (ellos) debería estar para otras cosas. Y, entonces, quizá todo iría mejor en todos los sentidos.
Tenazas para los jugadores. Las cosas de vestuario son sagradas. Nada de filtraciones. Nada de amistades peligrosas fuera del portón de la caseta. Solo las que llevan el uniforme de la causa.
Se reparten manuales de zaragocismo. El buen zaragocista y el mal zaragocista. De repente, hay un juez que decide, unilateralmente y aparecido como un mesías en el año 75 de la historia de esta institución, quién es buen y quién es mal zaragocista. Normalmente, bueno es el que loa lo establecido. Malo, por el contrario, quien no loa. Se le acusa de cien cosas. Se fichan adeptos allá donde sea necesario. La causa ha de tener sustento incluso extramuros. Negativo versus positivo. Se hace uso del valor 'aragonés' como plus de calidad. Cada vez que se dice, un punto. Si no se dice durante dos horas, un punto negativo. Hay que decirlo. Hay que repetirlo. Es como un himno. Un toque de rebato. 'Aragonés'. Bien fuerte.
Si hay que negar un incidente, se niega. Si hay que ocultar un accidente, se oculta. Y si se comprueba con estupor que ha sido filtrado y es de dominio de un ajeno al sistema, se inicia una caza de brujas que acongoje al chivato (-s). Si hay que contraatacar de forma beligerante para marcar territorio, se contraataca. Todo bien orquestado. Mecanismos engrasados, compinchados adecuadamente.
El objetivo, enfermizo, obsesivo, es el mensaje único. Si hay que negar informaciones, se niegan. Si hay que rectificar titulares, se rectifican. Es hacer periodismo desde el club sobre el periodismo. Si hay que despistar al principio para legitimar lo que se vaya a hacer después, pues se despista.
Rizar el rizo como jamás se ha rizado. El único club del mundo que hace contraperiodismo a instancias de un no periodista que pisa el césped todos los domingos y que insta cada día a activar las cosas convenientes y a desactivar (si puede) las inconvenientes. Hay que lograrlo. No puede haber fugas. El club ha de ser un submarino hermético en el que solo entrará la tripulación que desde dentro se decida.
Un lío cada vez más liado que difícilmente puede acabar bien. Los totalitarismos nunca acabaron bien. Y siempre dejaron mucha gente por el camino. Una pena. Una obsesión dañina a cortísimo plazo.

14 de octubre de 2007

Y ahora, el césped...

Mejorada la cara del enfermo con los dos triunfos importantes consecutivos en casa (2-0 al Sevilla y 3-0 al Levante) que han llevado al Zaragoza a las puertas de los puestos europeos de nuevo y han mantenido controladas en todo momento las constantes vitales del grupo dentro de sus fuertes episodios de irregularidad en este inicio de campaña, ahora surge otro inconveniente de cara al futuro más inmediato: el césped de La Romareda.
Hacía tiempo que no pasaba, pero en otras épocas fue moneda común por estas fechas de mitad de octubre. Las fiestas pilaristas eran sinónimo de conciertos multitudinarios en el coliseo municipal (para eso es de titularidad político-común de todos los zaragozanos, sea para el uso que sea) y la hierba quedaba para el arrastre con el 'pobre de mí'.
En 2007 ha vuelto a suceder. No un concierto, dos. En apenas 48 horas. Un bis histórico de los locales Héroes del Silencio en fechas 10 y 12 de octubre ha provocado daños visibles de caracter grave en el verde tapiz vegetal sobre el que se juegan los partidos de fútbol del primer equipo aragonés. Y otros invisibles que irán saliendo con el paso de los días.
Total, que vienen días duros para los jardineros encargados de la hierba del estadio. Para sus responsables intelectuales y para los encargados del rastrillo y la azada. ¿Qué hacer? ¿Merece la pena intentar mantener la base de tepes que venía funcionando de maravilla en los últimos meses? ¿Quizá sea más rápido y eficaz ir a la retirada completa del piso y colocar un césped totalmente nuevo?.
Difícil cuestión. Porque no depende solo de una decisión personal o consensuada de quién tenga la potestad de tomarla. Hay otros valores intangibles que pueden echar por tierra cualquier idea preconcebida. Por fortuna, el siguiente partido del Zaragoza es fuera de casa, en Madrid. O sea, que hasta el día 28 (quizá el 27 , si ante el Villarreal se adelantase el partido al sábado) no hay que utilizar La Romareda para jugar un choque de Primera División). Quedan 13 días, con sus 13 noches (que esto siempre da mucha moral, porque parece que es más tiempo aunque al final sea engañarse a sí mismo, una milonga). Y es difícil predecir qué tiempo va a hacer de cinco o seis días en adelante. Es otoño. Y es el momento en el que las temperaturas bajan. Y las lluvias amenazan, con temporales exagerados a causa del cambio climático que tienen a los meteorólogos más a la defensiva que nunca.
¿Favorecerá la climatología? ¿Nos cogerá el toro para final de mes si la meteorología es adversa?
Nadie es capaz de dar una respuesta rotunda, sencillamente porque no se puede. Hay una buena parte de esta maniobra del cambio de césped que está al albur de los imprevistos.
Por no hablar de la calidad de los famosos tepes. ¿Alguien garantiza que los de nueva colocación (vengan de Francia o de Pernambuco) van a arraigar bien, a la primera, y ya no se van a levantar peligrosamente en los primeros lances futbolísticos librados sobre su superficie?
Experiencias para todos los gustos tenemos, no solo en Zaragoza, sino en el resto de estadios españoles. Aquí vinieron hierbas carísimas procedentes del país galo y dieron un resultado nefasto. Como en Barcelona o Valladolid, recuerdo. Grandes chuletas de césped salían despedidas en los siguientes partidos jugados en cada uno de estos campos cada vez que los futbolistas jugaban a ras de suelo.
En fin, que estamos otra vez ante la ruleta de la fortuna alrededor del tapete verde del estadio, destrozado en un uso anormal, ajeno a lo deportivo, a causa de la condición de municipal del vetusto y cada vez más impresentable campo de fútbol zaragozano. ¿Cómo estará la hierba el día del Villarreal? ¿Conseguirán los jardineros rehacer el estado del terreno de juego en breve tiempo o habrá que pagar un peaje negativo por parte del Real Zaragoza en los próximos meses después del programa festivo pilarista?

13 de octubre de 2007

Atlético de Madrid y Villarreal, horizontes cercanos

En apenas una semana, en solo siete días, muchas dudas se disiparán en relación al presente y el futuro inmediato del Real Zaragoza en la actual Liga. Son las fechas que van del 21 al 28 de octubre. La semana que viene, justo después de este venerado parón liguero.
El 21, el equipo aragonés juega en Madrid, en el campo del Atlético. El 28, visitará La Romareda el Villarreal. Dos rivales directos en aspiraciones y peleas. Dos termómetros excelentes para valorar las constantes vitales del grupo de Víctor Fernández tras su catastrófico adiós a la UEFA ante el modestísimo Aris Salónica, su vergonzoso partido en el Camp Nou y su dubitativo inicio de temporada. Dos citas seguramente determinantes para saber si el Zaragoza se viene arriba con convencimiento y hace bueno este parón competitivo o si, por el contrario, alarga y hace crónico su estado de dudas e indefinición que le viene caracterizando desde agosto.
Es verdad que el saco de los puntos y la clasificación parcial a mitad de octubre no está mal para los trompicones que se han manifestado en los blanquillos desde la primera jornada oficial de esta campaña. Tener ahora mismo 11 de 21 puntos en el casillero y estar en la 8ª plaza, igualado a puntos con el 6º clasificado suena a positivo de acuerdo al juego desplegado por el equipo.
Pero, es evidente, no debería dar un solo resquicio para presumir, para hacer bandera de lo logrado. Una cosa es que sea más de lo merecido, y otra que sea suficiente para las espectativas generadas por este proyecto agapitista y victorfernandista.
La derrota de Murcia ya no tiene solución y son tres puntos inalcanzables por los siglos de los siglos. Como los dos que volaron con el empate del Racing en La Romareda. O los dos que se quedaron por sumar en San Mamés frente al embarullado Athletic. Es verdad que, de lo ocurrido en Barcelona, el balance de puntos obtenidos fue lo único previsible y aceptable. Perder en el Camp Nou era lo normal, y fue lo que sucedió, luego por ahí no hubo ninguna fuga de puntos en el balance de contabilidad estimado al inicio del año deportivo.
De lo positivo, se cumplió con parroquia ganando a Osasuna (como se pudo), Levante y, de forma sorprendente y afortunadísima (visto cómo fue el partido), al Sevilla. O sea, que por ahora, la evaluación del equipo es borrosa, difícil de plasmar en una calificación, complicada de expresar. Ahora bien, es fácil convenir (propios y extraños) que todo está por debajo de lo deseado y de lo conveniente. Faltan al menos tres o cuatro puntos que tendrían que haber estado en propiedad en este benévolo arranque del calendario.
Por eso, Atlético y Villarreal van a significar mucho en la aclaración de objetivos a cortísimo plazo. Los dos estan por delante del Zaragoza desde el principio de temporada (el Atlético, ahora mismo, con los mismos 11 puntos). Ambos han cumplido en la UEFA y se han metido en la fase de grupos (lo contrario que nosotros, lamentablemente para el equipo zaragocista y todos sus seguidores). Como dijo Ayala a principios de semana, "estos dos partidos nos van a colocar en nuestro sitio". Seguro que sí.
Si el partido del Levante vino como anillo al dedo a un grupo deprimido tras el batacazo letal ante el Aris Salónica 3 días antes en La Romareda (los valencianos, últimos clasificados y sumidos en una crisis brutal fueron víctimas propiciatorias para ganar un partido necesario y sumar una victoria balsámica para el zaragocismo), este par de choque seguidos ante Atleti y Villarreal también deben ejercer el papel de plataformas de lanzamiento hacia la cabeza para el equipo de Víctor.
Dos triunfos serían magníficos. Parchearían de una tacada todo lo negativo que ha acaecido desde el verano. En un nivel menor, lograr 4 puntos tampoco sería mala cosa. Apuntalaría la progresión en la clasificación, esta vez frente a rivales cualificados de esos que dan prestigio a cada punto logrado ante ellos. Quedarse a mitad, es decir, sumar 3 de los 6 puntos, sin ser nada malo, no acabaría de romper la trayectoria indefinida del equipo de Fernández. Y, por supuesto, todo lo que sea sumar menos de esa cifra, ejercerá de freno de mano (quizá hidráulico) para las ilusiones de todo el mundo en los alrededores de La Romareda.
Con las ganas que todos tenemos de contar victorias, de presumir de equipo, de sentirnos orgullosos del Zaragoza por sus resultados y su buen juego, empieza a ser hora de ver algún síntoma de cierta categoría que nos dé una señal de vida entre la plantilla. Es el momento. Seguir alimentando lo gris oscuro, acabará en oscuridad. El hora de variar el tono del horizonte e ir añadiendo tonalidades claras y alegres al ambiente zaragocista.
Atlético de Madrid y Villarreal, son pues dos excepcionales pruebas control para el Zaragoza de Víctor. Para ver si los Aimar, Ayala, Diego Milito, D'Alessandro, Diogo, Luccin... o sea, más de medio equipo base, alcanzan un nivel de juego mínimamente sostenible y aceptable por la ansiosa hinchada zaragocista. Lo veremos. Y lo contaremos.

10 de octubre de 2007

El extraño aprovechamiento del parón pilarista

"El parón nos va a venir muy bien para acumular carga de trabajo y mejorar en todas los aspectos de los déficits que tiene el equipo en estos momentos". Esta es una frase tipo, un pensamiento en voz alta que hemos podido escuchar en la Ciudad Deportiva y los alrededores del vestuario en las últimas 48 horas quienes nos movemos cerca de la plantilla del Real Zaragoza.
Después del fracaso europeo ante el Aris y de la doble victoria consecutiva en Liga que, a modo de bálsamo, ha paliado en parte la decepción generalizada que afecta a la inmensa mayoría de zaragocistas, uno entendía que, efectivamente, este próximo fin de semana sin Liga podía ser utilizado como flotador para un vestuario que necesita nuevos estímulos, un nuevo punto de partida, una recapitulación de errores y aciertos, una terapia de grupo que ayude (a la mayor brevedad posible para que la temporada no se tuerza peligrosamente y, al contrario, se reconduzca por un camino ilusionante en los partidos de octubre) a soslayar todos los fallos que han emborronado muchos momentos de este inicio de curso de manera inesperada.
Por eso, particularmente, me sorprende la planificación de entrenamientos que ha diseñado el cuerpo técnico del equipo, con Víctor Fernández y José Luis Arjol a la cabeza. Si miramos bien el "planning", resulta que, tras el partido del Levante el pasado domingo, la plantilla guardó fiesta el lunes. Ayer martes, su horario laboral se centró en la conocida prueba físico-médica del lactato, es decir, no fue un entrenamiento ordinario. Hoy miércoles, los futbolistas van a entrenarse en una única sesión matinal aquí en la Ciudad Deportiva (me encuentro ubicado en estos momentos en mi rincón preferido en la pequeña grada del campo central, escribiendo en directo este artículo mientras los jugadores ya están ejercitándose azotados por un fuerte y molesto cierzo otoñal). Mañana jueves, repetirán calendario con un único entrenamiento a las 10.30. Y... ¡fiesta!.
Efectivamente. Viernes, sábado y domingo, los responsables del vestuario han dado tres días y medio de vacaciones al plantel. Tres días y medio libres y hasta el lunes, día 15, a las 10.30 de la mañana, no volverán a trabajar juntos. Se trata del puente grande de las fiestas del Pilar. Viernes, sábado y domingo, 12, 13 y 14 de octubre, todo un fin de semana poco estimulante para el recogimiento y la rutina doméstica en cualquier hogar zaragozano o aragonés. Incluido el de los deportistas.
Si valoramos la hipótesis de que, en lugar del parón liguero por los partidos de las selecciones nacionales, este domingo hubiese habido jornada de Liga con normalidad (y, por lo tanto, tuviésemos que haber viajado a Madrid para jugar en el Calderón frente al Atlético), bajo ningún concepto -es perogrullada- hubiese podido haber fiesta para la plantilla los días viernes, sábado y domingo. Es decir, se habría entrenado con normalidad viernes y sábado y se habría jugado partido el domingo. O, lo que es lo mismo, la carga de trabajo físico y táctico de los jugadores zaragocistas habría sido mucho mayor de lo que va a ser con el parón liguero.
Este lapsus del campeonato, ese que iba a venir tan bien para acumular entrenamientos y mejorar las cosas, no solo no va a incrementar esa carga e intensidad de trabajo. Es que ni siquiera lo va a mantener en su nivel habitual. Simplemente, no va a aportar nada de carga de trabajo. La elimina con tres días y medio de fiesta absoluta, además de aligerar el calendario de entrenamientos del resto de la semana (lunes, día libre y martes, pruebas físico-médicas).
Cabe la posibilidad (ese riesgo siempre lo tiene el periodista cada vez que osa pisar ente tipo de terrenos ultra-mega-hiper especializados de la preparación física y las planificaciones de los entrenadores profesionales del fútbol moderno) de que este análisis sencillo de una situación indiscutible de disminución de trabajo por parte del Real Zaragoza sea catalogado por quien corresponda como fruto del desconocimiento de las pautas que marca el método de preparación del equipo. No sería la primera vez, ni siquiera la última.
Pero, no sé a ustedes, queridos lectores, lo que les parece. A mí, me cuesta muchísimo entender que esto sea un aumento en la carga de trabajo y un procedimiento que vaya a permitir la intensificación en la corrección de los defectos. Más bien, me parece otra cosa bien distinta a eso.
Salvo que lo que ahora necesite la plantilla sea unos días de desconexión con la realidad, unas fechas de evasión mental de la machacante rutina y una cura patrocinada por la Comisión de Festejos del ayuntamiento de la ciudad, este "planning" no tiene mucho sentido.
En tiempos no muy lejanos, otros entrenadores tipo Manolo Villanova, Luis Costa o Chechu Rojo, optaban en este tipo de semanas de ruptura del campeonato por llevarse a los futbolistas a unas miniconcentraciones intensivas (recuerdo Biescas, Benasque, Calahorra, Marbella, Puente Viesgo...) para, efectivamente, aprovechar el tiempo positivamente y recuperar asignaturas pendientes en épocas donde los malos resultados o las circunstancias del equipo así lo requerían.
Ahora no. Ahora parece que los nuevos métodos aconsejan tratamientos de choque antagónicos a la preparación clásica de las plantillas. Fiesta, mucha fiesta.
Del acierto o desacierto de la medicina aplicada tendremos respuesta en semanas venideras. Los resultados, como siempre dicta el particular mundo del fútbol, dirán si lo que se ha planificado es lo adecuado.
Yo, por ahora, me quedo en la Ciudad Deportiva mirando con atención el partidillo que acaba de iniciarse entre los componentes de la plantilla zaragocista en su penúltimo entrenamiento de la semana...

8 de octubre de 2007

El extraño cambio de los roles genera sospechas y rozamientos

En el amplio y variado mundo del fútbol profesional, todo un hábitat definido desde hace décadas y que, con el paso de los años, tiende a especializarse hasta el mínimo detalle, cada protagonista que pulula en los entresijos del día a día tiene su rol establecido. Todo es de natura. O, al menos, así ha de serlo si la situación es normal en cualquier club del mundo. Llámese Madrid, Barça, Milan, Manchester o Zaragoza. Da igual el nombre o el país. Es un idioma universal que no entiende de grandezas, presupuestos o palmarés.
Es decir, que el estado natural, el lubricado, el que facilita el discurrir cotidiano alrededor de un equipo, es aquel en el que cada uno cumple escrupulosamente con su papel. Los jugadores, han de ejercer de jugadores. El entrenador ha de ser entrenador. Los dirigentes y ejecutivos se tienen que limitar a ser dirigentes y ejecutivos. La prensa, ha de actuar como prensa, es decir, que los periodistas han de ser periodistas. Y, por último, el papel del forofo o aficionado (básico, crucial, definitivo en la razón de ser de este negocio y ocio) ha de ser, con mayor libertad que ninguno de los anteriores colectivos, el propio de alguien que paga y, por ello, exige, opina, se enfada, disfruta o reacciona de las más variadas maneras con arreglo a su caracter o idiosincrasia propias. Si cada uno está en sus coordenadas, ese club tendrá pocos chispazos.
Pero últimamente la tendencia en determinadas entidades, ciudades o circunstancias puntuales de algunos proyectos (en España y fuera de ella), está llevando a que los roles de cada colectivo se solapen. Y, mayormente, de forma muy interesada.
Si los dirigentes quieren jugar a entrenadores, mala cosa. Si los entrenadores ocupan parcelas propias de la directiva, peor. Si la prensa actúa bajo parámetros que aluden a los forofos, mal asunto. Pero todavía es más peligroso si es al revés, y los forofos acaban invadiendo los medios de comunicación. Otra intersección nociva es la del entrenador que pretende inyectar en la prensa las bases de la línea informativa, caso equivalente al de los directivos que también buscan influir diariamente en los medios de comunicación. Eso es tan inadmisible como aquella vieja máxima que decía que la prensa quitaba y ponía entrenadores y presidentes, o esa otra más cercana que reza que los periódicos hacen las alineaciones (o lo pretenden). Fuego seguro causarán todas estas invasiones de roles ajenos, como también es el caso de los jugadores cuando pretenden manipular al entrenador a la hora de decidir qué once inicial es más conveniente o qué dibujo táctico interesa más a deteminada parte de un vestuario.
Como se ve, los incendios siempre proceden de un cambio de asignación en el rol que cada uno tiene dentro de la pirámide de poder dentro del mundo de fútbol, dentro del organigrama de funcionamiento de este sector del ocio-negocio-deporte que a tanta gente afecta en este inicio del siglo XXI.
A tanta gente que hasta los políticos han pasado a ser pieza clave en el devenir de los clubes o sociedades anónimas. Uno no quiere ni pensar lo que puede pasar si uno de estos hombres (o mujeres) publicos amanece un día con ganas de jugar a entrenador, a presidente o a periodista entremezclando su rol de forofo con el de cargo público. También los hay.
Por eso, todo lo que no sea que los jugadores sean jugadores; el entrenador, entrenador; los dirigentes, dirigentes; los periodistas, periodistas; y los forofos, forofos, solo acarreará problemas de difícil solución. Y cada vez hay más gente que está fuera de su compartimento.
Por eso, cada vez extraña menos ver en determinados medios a periodistas forofos. En otros (o los mismos) a forofos metidos a periodistas. No es raro observar a entrenadores que juegan a periodistas (y viceversa). A presidentes que juegan a entrenador. A entrenadores que actúan como directivos, extralimitándose en sus funciones ordinarias... Una locura que nada bueno puede traer.

7 de octubre de 2007

El Levante, mucho más ofensivo de lo esperado

Abel Resino, técnico del Levante, ha sorprendido con la alineación. Se preveía un sistema 4-1-4-1 basado en la contención y el contragolpe, pero al final ha variado sus intenciones y jugará en La Romareda con un 4-4-2 mucho más elástico y con dos delanteros natos en busca del primer triunfo en la Liga.
El italiano Tommasi, uno de los más destacados del plantel levantino, se queda en el banquillo al sentir todavía molestias por un corte que sufrió en el empeine de su pie izquierdo el pasado viernes y que necesitó dos puntos de sutura y en su lugar entra el delantero centro -también italiano- Riganó.
Así, el Levante forma hoy con Storari en la portería; Descarga, Álvaro, Cirillo y David en defensa; Miguel Ángel y Berson en el pivote central, con Juanma y Savio en las bandas; y Riga y Riganó (curioso juego de palabras) en la delantera.
En el banquillo estarán: el portero Kujovic; Rubiales, Ettien, Viqueira, Pedro León, Tommasi y Geijo.

El goleador Oliveira, al banquillo

Acaban de hacerse públicas las alineaciones del Real Zaragoza-Levante en La Romareda. La principal novedad en el once de Víctor Fernández es la ausencia en la delantera del goleador brasileño Ricardo Oliveira, que partirá desde el banquillo. En defensa, se produce el esperado regreso del lateral Carlos Diogo a la parte derecha de la defensa, tras haber estado ausente los dos últimos choques por su fractura de dos dedos en la mano izquierda.
Así pues, en relación al partido del jueves con el Aris, hay dos cambios ante los levantinistas: Diogo por Cuartero en la zaga y Sergio García por Oliveira en vanguardia.
César estará en la portería; Diogo, Ayala, Sergio Fernández y Juanfran atrás; Luccin y Zapater en el doble pivote; Aimar y D'Alessandro volcados a las bandas; con Sergio García y Diego Milito en punta.
En el banquillo aguardan López Vallejo, Cuartero, Pavón, Celades, Gabi, Óscar y Oliveira.

6 de octubre de 2007

Diogo vuelve a la lista frente al Levante tras romperse la mano en el vestuario del Camp Nou

Víctor Fernández ha facilitado la lista de 18 convocados para el partido de mañana frente al Levante (17.00) en La Romareda, correspondiente a la 7ª jornada de Liga. La única novedad respecto a los últimos choques de esta semana radica en el regreso al grupo del lateral Carlos Diogo, lo que significa que se queda fuera el canterano Chus Herrero (junto al portero Miguel y los lesionados Matuzalem, Paredes y Generelo).
El zaguero uruguayo ha estado ausente de la titularidad en la parte derecha de la retaguardia blanquilla en los partidos frente al Sevilla y el Aris Salónica, como consecuencia de los dolores que sentía en su mano izquierda, operada de urgencia al regreso de Barcelona el jueves de la semana anterior al haberse roto el segundo y tercer dedo tras golpear una puerta en el vestuario del Camp Nou al término de aquel lamentable partido que acabó con derrota zaragocista por 4-1 y con una imagen incalificable del equipo de Víctor durante los 90 minutos.
Diogo deberá jugar con una protección especial en su extremidad y solo falta saber si, de partida, será titular o esperará turno en el banquillo (lugar que nunca ha ocupado desde su llegada al Zaragoza).
Fernández ha trabajado esta mañana en la Ciudad Deportiva (esta vez con las puertas abiertas) en una sesión en la que no se ha manifestado ninguna de sus intenciones de cara al duelo de mañana ante el colista de la Primera División, el Levante que solo suma uno de los 18 puntos que se han disputado hasta ahora en 6 jornadas.
Habrá que esperar hasta el último momento para comprobar si existe alguna opción de que regrese el dibujo del rombo en medio campo, si opta por el doble pivote o si, de inicio, alinea un equipo a base del 4-2-3-1 con el que terminó ganando al Sevilla la semana pasada de manera milagrosa.
Después de la catastrófica (que no apocalíptica) eliminación del Real Zaragoza ante el Aris Salónica en la fugaz Copa de la UEFA que ya es historia desde el jueves, todo es una incógnita en estos momentos respecto de las intenciones de Víctor Fernández. Todavía tiene 24 horas para madurar el once inicial.

5 de octubre de 2007

Víctor lanzó decenas de mensajes en rueda de prensa. Algunos, sorprendentes

Víctor repitió voluntariamente su comparecencia ante la prensa esta mañana en la Ciudad Deportiva, apenas doce horas después de haber acudido ante los periodistas en el campo de La Romareda. "Como la rueda de prensa de anoche fue esperpéntica, me veía en la obligación de responder a cualquier tipo de pregunta que me queráis hacer", justificó el técnico zaragozano.
De entre las muchas frases que ha pronunciado Fernández durante 30 minutos, se pueden destacar varias por su extrañeza o su intención.Ahí van.
1-"Mi decepción personal es muy grande. En mi caso, por doble motivo: soy el entrenador y soy zaragocista encima".
2-"No hay espacio para la lágrima. En 48 horas llega otro partido y no hay tiempo para estar con la lágrima permanente"
3-"Al equipo no se le puede reprochar nada ante el Aris. Hubo buena voluntad, actitud, deseos de ganar. Pero con lo que hicimos no nos alcanzó para pasar. Honestamente, creo que estamos en el buen camino"
4- "Cada uno es esclavo de lo que dice y dueño de sus actos. Yo, desde el principio, siempre he dicho que éramos un equipo en construcción. Y por eso necesitamos tiempo. Nunca hablé de otra cosa. Este no es un proyecto de 5 o 10 meses y este año ha habido muchos cambios. Algunos indeseados. La construcción del equipo se ha visto perjudicada por varias cosas, como la indisponibilidad de 6 o 7 jugadores en pretamporada. También, la clasificación para Europa el año pasado, ha acelerado todo. Pero sobre todo, lo peor han sido los malos resultados"
5-"Llevamos jugando finales desde la segunda jornada siendo un equipo, como digo, en construcción. Parece que me estoy justificando, pero yo no me tengo que justificar nada. Y menos en mi ciudad, y menos en mi casa. Pero esto es así"
6-El juego aparecerá a medida que al equipo le vayamos quitando tanta presión, tanta responsabilidad, y nos demos cuenta de que todos los proyectos tienen su periodo de maduración. Necesitamos tiempo".
7-"A todos los discursos que uno haga, se les puede dar la vuelta. El que quiera ser ácido o incordiar, lo hará"
8-"Pido que se confíe en nosotros, que se tenga comprensión. Yo no comparto una visión apocalíptica del Zaragoza como se quiere dar"
9-"Tenemos muchos retos y muchos objetivos por los que luchar. Hay muy buenos momentos por venir. Un proyecto no se sujeta en una sola competición"

Lejos de ofrecer una imagen de preocupación, como hubiera sido normal en otros tiempos no muy lejanos y, quizá, con otros personajes en el guión zaragocista, Víctor ha expandido esta mañana un halo de tranquilidad, de calma, de fortaleza. El fracaso de la UEFA no parece horadar su estabilidad. Se siente muy fuerte. Al menos, así lo parece.