5 de octubre de 2007

Notas y reflexiones en directo desde la Ciudad Deportiva

Acaba de comenzar el entrenamiento de hoy viernes en la Ciudad Deportiva. Estoy escribiendo en un rincón de la pequeña grada del campo de trabajo del primer equipo. La mañana esta gris, en todo caso, mucho más clara que el ánimo de todo el zaragocismo después del fracaso de ayer frente al Aris.´
Víctor charla en medio del terreno de juego con el preparador de porteros, Eduardo Basigalup. Son dos minutos. Luego, se queda solo. Pelotea con un balón. Mira al suelo. Guarda silencio. El jefe de prensa ha anunciado por e-mail a las 9.10 de la mañana que, después del entrenamiento, Fernández nos quiere dar una rueda de prensa por iniciativa propia. ¿Qué nos querrá decir, si ya tuvo la oportunidad de hablar anoche a las 23.45 en La Romareda?. Es un ambiente muy raro.
Víctor ha mandado correr a los titulares de anoche durante 20 minutos. Lo hacen en parejas, en pequeños grupos. Oliveira con Ayala. Aimar con Diego Milito. Zapater con Cuartero, Luccin con D'Alessandro. Otras veces, este mismo ejercicio lo hacían todos juntos. Hoy no. Corren callados. A veces, algunos hablan un poco, pero son frases cortas, imperceptibles.
Los suplentes y no convocados ante los griegos, montan dos porterías en un pequeño tramo del campo y juegan un partidillo sin sentido. Como para pasar el rato. En definitiva, es lo mismo que estarían haciendo si hubiésemos ganado 5-0 anoche, pero hoy se ve todo diferente, con mucha más desgana y con mucho menos sentido.
Supongo que tiene que ser duro, muy duro, salir hoy ante decenas de cámaras (están todas las de Aragón) después de haber hecho uno de los mayores ridículos en los 75 años de historia del Zaragoza. Pero, uno piensa enseguida, para eso cobran lo que cobran. Que se aguanten.
Es día laborable y no hay público en la banda. Apenas media docena de los habituales observan el ensayo. Callados. Con cara de entierro. Al menos, los futbolistas se libran del riesgo de recibir algún improperio como en otras ocasiones similares ha podido ocurrir en épocas pasadas.
Es una mañana áspera que hace crecer miedos. Uno piensa que, dentro de tan solo 48 horas, hay que volver a jugar en La Romareda. Viene el Levante. El último de la clasificación. Lleva solo un punto de 18 jugados. Está desesperado. Viene con Savio y Álvaro, dos ex zaragocistas que también fracasaron en la UEFA hace tres años ante un rival menor. También en La Romareda. También por sorpresa. Si Víctor pudiera suspender el partido ante los valencianos, seguro que lo hacía. ¿Cómo afrontar semejante reto? ¿Cómo será la reacción de la grada? ¿Qué le espera a este equipo a partir de anoche? ¿De qué manera van a asumir las estrellas estrelladas de este Zaragoza su estancia en el club para jugar apenas 30 partidos más de Liga y no se sabe bien cuántas eliminatorias de Copa? ¿Qué pasará sin el sustento de Europa, la gran bandera de este segundo año de proyecto agapitista? ¿Qué pensará el gran Ayala de todo esto? ¿Y el gran Matuzalem? ¿Y el milanista Oliveira? ¿Qué ganas tendrá Luccin recién llegado a un lugar maravilloso que de repente se convierte en un sitio triste?
Los titulares de anoche se han ido a estirar los músculos antes de pasar a la ducha. Se acaba su trabajo por hoy. El mundo del fútbol profesional es así. No cambiará por más que pasen los años. Y al público se le seguirán pidiendo actos de fe, apoyos inquebrantables a cambio de nada. Bueno, de nada no. De amor a unos colores y de besos a un escudo. El romanticismo solo existe por ese flanco. El resto, es puro mercantilismo. Y este negocio zaragocista ha quedado tocado. Muy tocado. A ver qué pasa.
Víctor mira el insulso partidillo de los suplentes. Y, supongo, madura en su cerebro lo que nos va a contar luego en la sala de prensa. Ya os lo resumiré más tarde. Me quedo en la Ciudad Deportiva en una de esas mañanas que quedan grabradas para la posteridad. Dura, gris, indigesta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta es la consecuencia de la apatia de un equipo en el terreno de juego que llego a su maxima expresión en el Nou Camp. No siempre la vida te da una segunda oportunidad para rectificar si no te tomas con interes la posibilidad de aprovechar la primera. Espero que lo de que ahora nos podremos centrar en la liga y bla bla bla lo cumplan corriendo y presionando en el cesped. Yo seguire sufriendo por el equipo

Anónimo dijo...

Esto es algo que se veia venir. El equipo juega desunido, cada uno hace la guerra por su cuenta, falto de ritmo. ¿Que le pasa a los jugadore?, parecen cansados, sin ganas. Por buscar la culpa, aqui la puedn tener todos y todos pueden tener disculpas. Los jugadores juegan desganados sin fuerza, el entranador como buen aragones se encabezona en cosas que no van por el buen camino, la directiva, aunque lo ha puesto todo, a dejado demasiada manga ancha al entrenador, y la preparacion fisica presenta muchas dudas, con bastantes jugadores faltos de forma. Recordar lo desfondado que llego al final de la temporada pasada o las ultimas en su epoca anterio. ¿ que preparador fisico tenia victor en vigo?. Éste no.

Anónimo dijo...

Para todos aquellos "pobres desgraciados" y "malnacidos" que mandan comentarios alegrándose de los males ajenos, en este caso de la eliminación del Zaragoza, solo les digo que aunque no sé de donde ni de que equipo son (aunque me lo imagino), que no se puede ser más miserable y que a todo cerdo(esto vá por tu equipo) le llega su Sanmartin.
¡¡¡Que os pudrais!!!

Anónimo dijo...

EL DESGRACIADO ES UN SEGUIDOR DEL ZARAGOZA QUE VIVE A 200 KM Y QUE SE GASTA SU DIENRO COMPRANDO LOS PARTIDOS DEL ZARAGOZA EN DIGITAL + . YO NO ME ALEGRO DE NADA SOLO CRITICO LA ACTITUD DE LOS JUGADORES

Anónimo dijo...

Para el del comentario anterior: Mi comentario sobre los "pobres desgraciaos" no iba por ti, es más, estoy de acuerdo con lo que dices.
Mi nota de repulsa es para los han escrito en otros articulos de este mismo blog e incluso en otros periodicos como MARCA, en los que se mofan bellacamente del Zaragoza y de la afición.
Por favor, búscalos y léelos, entonces me diras si no estas de acuerdo conmigo.