Otro capítulo de paranoia informativa dentro del Real Zaragoza. Llevamos 48 horas dignas de un frenopático a cuenta del cambio del césped de La Romareda tras los graves destrozos provocados por los dos conciertos pilaristas de Héroes del Silencio en el estadio municipal. Se sabe que se cambian los casi 10.000 metros cuadrados de hierba que tiene el campo de fútbol. Se sabe que los tepes vienen del sur de Francia, de la provincia de Burdeos. Se sabe que los jardineros del club, con el ingeniero agrónomo Joaquín Salvo a la cabeza, confían en la meteorología y en que el ajustadísimo tiempo del que disponen para llevar a cabo tan delicada maniobra, salga bien y permita jugar en condiciones mínimas el próximo partido como locales frente al Villarreal el día 28 (dentro de solo 11 días). Pero no se sabe cuánto cuesta a ciencia cierta la sustitúción de la hierba (se calcula que alrededor de 200.000 euros) y, lo más importante en estos casos, no se quiere decir quién lo paga.
El Ayuntamiento de la ciudad (propietario de la instalación) se llama andana. Ni en Alcaldía, ni en las diferentes concejalías susceptibles de poder asumir la responsabilidad económica del gasto, quieren saber nada desde el principio. Desvían enseguida la atención hacia el Zaragoza. Los organizadores del evento musical, idem de idem. Pero, el club, desde el principio, dice que él no sabe nada de quién debe pagar este cambio de césped.
De locos. Ridículo. Inexplicable tanto oscurantismo. ¿Por qué? ¿Para qué mentir o esconder?. No hay razón objetiva. Debe ser algo compulsivo, porque hace días que viene pasando en todos los ámbitos de la entidad en ese afán lunático de manejar la realidad por encima del formato que tengan los acontecimientos. Es como si el Zaragoza quisiera actuar de notario, de fedatario de cada acción o acto que sucede a su alrededor y solo sirviera su versión. Versión que, en el apartado deportivo, incluso es capaz de modificar los hechos, de moldearlos tal y como algún personaje quiere que sean, aunque no sean así realmente. Incidentes, lesiones, declaraciones... se ocultan, se modifican, se defienden con vehemencia en versiones que no se ajustan a la realidad. Se discute la rotación de la Tierra si es necesario para ajustarla en tiempo y velocidad a lo que a algún individuo le interesa ahí adentro. Es eso del mensaje único, del control total de la información del que os hablaba recientemente.
Después de que el asunto del césped fuera ayer lunes de pesadilla, lo más absurdo que se ha podido ver en los últimos años dentro del apartado deportivo-político en estos lares, lo de hoy martes es digno de análisis médico o, quizás, de un especialista en brujería. El teniente de alcalde Carlos Perez Anadón, contundentemente, cierra el discurso desde el ayuntamiento diciendo públicamente, después de infinidad de movimientos entre bambalinas, que lo del césped no incumbe al consistorio y que se mire al Real Zaragoza. Lo mismo hacen los organizadores del doble concierto. Y, claro, al club no le queda más remedio que salir al paso y sacar un comunicado. Pero, cuando todos los afectados por este alboroto abogan y consideran que el club va a asumir, por fin, que es él quien corre con los gastos, resulta que la nota de prensa (aparece en la web oficial) es un texto ambiguo, difuso, inconcreto, que lleva directamente a una carcajada. No puede ser. Es cómico que este episodio pueda tener ese colofón. Se explica entre líneas que paga el Zaragoza, pero no se asume. Sí, pero no. No, pero sí. Tal vez...
Pero este es el estado de las cosas dentro del Zaragoza. Así, como os contaba en los últimos días, viene funcionando el día a día en casi todos los sectores del club. ¿Por qué se niegan eviencias? ¿Por qué se ocultan o modifican situaciones que, tarde o temprano, van a trascender? ¿Por qué se intentan poner puertas al campo o parar una avalancha de agua con una cesta de mimbre? ¿A qué obecede este alejamiento de la realidad por parte de algunos responsables cualificados del organigrama zaragocista?¿Quién gobierna este tipo de políticas informativas y con qué objetivos?
Este del césped, es el último capítulo. El que sucede, por ejemplo, a lo ocurrido con determinados jugadores en el Camp Nou. Y a otros anteriores. Parece mentira, pero es verdad. Da la sensación de que este comportamiento, con determinados personajes en la penumbra, va a perdurar y, si nada cambia, la siguiente todavía será más gorda o sorprendente. A ver.
16 de octubre de 2007
Más ocultismo, más conducta anómala. El Zaragoza y su afán por rediseñar la realidad
Publicado por Paco Giménez a las 22:47
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3 comentarios:
Paco, eres un profesional estupendo y tienes una visión diferente de las cosas (algo que es de agradecer, por cierto), pero ¿podrías ser más claro en las exposiciones? Si el club lanza oscurantismo vamos a luchar contra eso diciendo las cosas bien claras!!!!!
Vaya chapas que meteis...
Cuadrilla pesimistas!
Más ocultismo, más conducta anómala. El HERALDO y su afán por rediseñar la realidad.
Aplícate tú el cuento!!!
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