Noche zaragocista en el regreso de la UEFA a La Romareda

El Real Zaragoza vela armas en el Hotel Zentro ante una noche que se quiere sea positivamente histórica. Las competiciones europeas vuelven a La Romareda casi tres años después de que el Austria de Viena diera la campanada y eliminase al equipo aragonés empatando 2-2 en los octavos de final de la última UEFA jugada por los zaragocistas, con Víctor Muñoz al frente.
El rival de este retorno continental es el Aris Salónica, un equipo menor en cuanto a potencial pero que viene crecido y con un aura que le agranda debido al 1-0 que consiguió en el partido de ida hace 15 días en la ciudad griega. Jugadores sin nombre, ni trayectoria, ni caché en el mercado internacional, conforman su plantilla. Españoles como Javito, Toni Calvo (ambos del Barcelona B, ahora en Tercera División), Felipe (del Hospitalet de Segunda B), Koke (canterano del Málaga B) o brasileños desconocidos como Sistón, Neto, Marco Aurelio o el central Ronaldo forman su esqueleto. Con eso, es posible que quede definido en sí mismo el verdadero potencial del adversario al que hay que remontar esta noche esa diferencia de un gol.
El club, los jugadores y, sobre todo, el entrenador, han hecho una llamada de apoyo a la afición. Hay temor a fallar. El mal comienzo de temporada, con un Zaragoza por hacer, con unos resultados mediocres y con un juego deslabazado e impersonal, hace ver al Aris gigante cuando solo es molino.
En cualquier caso, el duelo significa una magnífica excusa para retomar el pulso a Europa, para recuperar los espectaculares ambientes de los partidos nocturnos, para seguir aglutinando a la afición zaragocista en torno a un equipo que todos deseamos que se haga grande paso a paso, sin retrocesos.
Por eso, esta noche continental en La Romareda aspira a ser el punto de partida de un idilio importante entre equipo y seguidores, entre club oficial y entorno cercano. Nada mejor que ganar con solvencia al débil Aris, a ser posible con una goleada que llevarse a la boca, para estimular de nuevo a un zaragocismo que vive el inicio de temporada con cierto aire de despiste, mezclado en la coctelera con unas gotas de decepción y con un chorrito de dudas que no le dejan ver el horizonte despejado.
Esta noche, frente a los griegos, los jugadores y el entrenador tienen una ocasión genial para despejar incógnitas y abrir de par en par las puertas del optimismo. Les estamos esperando con los brazos abiertos.
Por más peticiones de apoyo que puedan hacerse, por más fidelidad que manifieste la afición, sin su buen juego y sus triunfos ilusionantes es imposible sujetar cualquier teoría grupal o cualquier filosofía tendente a la aglutinación de esfuerzos. Todos juntos, sí. Pero ellos, los primeros, por delante.
Hoy puede y debe ser un gran día. Que lo disfrutemos.