Si fuera Van Gaal, vendría a presumir de ser "positifo" y habría arremetido contra todo lo "negatifo". Víctor Fernández ha protagonizado hoy una rueda de prensa previa al choque frente al Aris Salónica con un solo enfoque: ganar, pasar la ronda, jugar bien, marcar goles, recibir el apoyo del público, beneficiarse de la lluvia, maneter la puerta a cero, marcar muchos goles en caso de que el Aris marque... Todos los aspectos positivos que se puedan imaginar alrededor de un partido tan vital para el club como el de esta noche en La Romareda.
El técnico zaragozano ha acudido a la sala de prensa con el discurso bien aprendido: debía evitar, como fuera y a cualquier precio, que se pudiera expandir el más mínimo detalle de preocupación por su parte y por la de la entidad. Nada de eso podía circular en las horas previas en ningún medio de comunicación.
No hay riesgos, no hay presión, la lluvia que en Salónica perjudicó muchísimo (eso dijo allí) ahora va a resultar favorable, se jugará para no encajar un gol pero si el Aris marca, no pasa nada. El Estrella Roja se llevó un 5-3 cuando estaba en el Celta y valió igual para superar un 1-0 de la ida (nunca sabes cómo vas a superar una eliminatoria)... Víctor tenía respuestas para todo y para todos. Nada de negatividad, vengan por donde vengan los argumentos, todo va a ser positivo ante el Aris.
Es una manera de espantar las brujas, de ahuyentar las malas vibraciones. Como terapia, no está mal. Y como punto de partida para insuflar ánimos a una plantilla dubitativa y llena de miedos, tampoco deja dudas. Excelente.
Lo importante será observar si, efectivamente, el plan "positifo" se cumple como todos los zaragocistas están soñando y se vence al Aris con la amplitud y el regocijo que se augura o, por el contrario, hay que acudir a la épica porque alguno de los parámetros posibles y que hoy se han esquivado públicamente, se activa lamentablemente y obliga a remar contra corriente.
Víctor, inequívocamente, ha demostrado hoy en su comparecencia de prensa que hay preocupación por la eliminatoria. Semejante preparación psicológica para los futbolistas, periodistas y, por extensión, aficionados solo puede tener ese fundamento.
Es una buena prueba de fuego, un examen de reválida perfecto para que futbolistas y técnicos rompan su mala racha, su torcida trayectoria en cuanto al juego colectivo en este inicio de campaña, y emboquen por el buen camino: el de las victorias solventes, con marcadores rotundos y con fútbol de enjundia. La competición (continental) y el rival (flojito) parecen buenos compañeros de viaje para lograr cambiar el paso. Falta hace.
3 de octubre de 2007
Víctor no quiere oir hablar de problemas
Publicado por Paco Giménez a las 23:08
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