1 de febrero de 2008

Timbal de huevos rotos a la zaragozana. Receta

Dificultad: notable, pero viene precocinado, solo hay que observar
Ingredientes: muchísimos, pero todos al alcance de la mano, pura actualidad
Sabor: extraño por variado, dulce para algunos, agrio para otros, ácido incluso para otra parte
Receta para +- 30.000 comensales.

Se necesita:
1 operación acordeón
1 junta extraordinaria de accionistas bien tensa
3 proyectos de estadio nuevo en la ciudad
2 ó 3 emplazamientos para ese nuevo estadio (si están sin definir del todo todavía, mejor)
3 entrenadores (si quedan escasos, podrían ser hasta 4)
1 d'alessandro (los de doble coleta son los más adecuados)
6 ó 7 agentes y empresarios argentinos reunidos brevemente (para dar sabor más que nada)
2 ó 3 jugadores estrella revenidos (si son de la marca Aimar, Matuzalem o similar, mejor)
Unos cuantos dirigentes noveles con aire de despiste general en lo futbolístico pero avispados en lo extrafutbolístico.

Preparación:
Se mezcla todo bien y se deja macerar (si es duranta unos días y en los meses de enero-febrero, todo perfecto)
Una vez se tenga todo asumido, se le da forma de timbal para la presentación en el plato y ya está listo para comer. (sabiendo que, donde comen 30.000, comen 300.000, es cuestión de repartir o prorratear)
Alguien preguntará, ¿y los huevos rotos?. En este plato, los huevos rotos no son un ingrediente. Son una consecuencia.

Buen provecho, si es que sois capaces de hacer la digestión con facilidad. El plato es fuerte, para estómagos robustos.

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